(08/08/2010)-. El gobierno marroquí parece decidido a prender la mecha del conflicto diplomático en la frontera de Ceuta y Melilla. Y un último comunicado se añade a los ya emitidos anteriormente en este sentido, en el que el Ministerio de Asuntos Exteriores y de Cooperación marroquí denuncia cómo “una patrulla de la Guardia Civil española abandonó el viernes, 6 de agosto a las 07.00 de la mañana frente a las costas marroquíes a la altura de la comuna rural de Belyunech a ocho inmigrantes procedentes de países del África subsahariana en un estado de salud crítico”.” Las autoridades de la provincia de M’Diq-Fnideq intervinieron para salvar y evacuar a estos inmigrantes al hospital provincial para prestarles atención médica de urgencia y encargarse de ellos", continúa el comunicado.
El gobierno de Marruecos, recoge MAP, tildó de de “inhumano” este comportamiento, “que refleja en realidad la propensión racista que marca las intervenciones de la guardia civil española". Además, las protestas se hicieron presentes el pasado sábado en Nador, donde los manifestantes instaron al Gobierno español a "revisar" su enfoque en el ámbito de la inmigración.
Por su parte, el gobierno español ha rechazado estas acusaciones, de manera soslayada puesto que el ministro de Exteriores, Miguel Angel Moratinos, parece poco interesado en contribuir a esta escalada de enfrentamiento iniciada por el gobierno marroquí.
La Delegación del Gobierno en Melilla ha destacado por su parte el "respeto a la legalidad" de los miembros de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado en la frontera de Melilla. En un comunicado de prensa, la Delegación del Gobierno ha respondido de este modo al Ejecutivo marroquí, que denunció dos nuevos supuestos incidentes contra sus ciudadanos en uno de los puestos fronterizos de Melilla y calificó de "peligroso giro racista" este tipo de sucesos.
Según ha informado la institución gubernamental, el primer incidente ocurrió en la madrugada del jueves, alrededor de las 00:30 horas, y en él resultó herido un policía español, que recibió un golpe en la mano y un puñetazo en el rostro.Este incidente se originó, según la Delegación del Gobierno, cuando un ciudadano marroquí identificado como I.A. se disponía a salir de Melilla por el puesto fronterizo de Beni-Enzar mostrando "síntomas de ebriedad".
Agrega que este marroquí "comenzó a insultar sin motivo alguno" a los funcionarios de la Policía Nacional que estaban prestando servicio en la frontera, por lo que un agente le pidió que se identificara "para proceder a la correspondiente sanción gubernativa por la actitud mantenida", instante en el que I.A. agredió al policía actuante."Acto seguido, el agresor fue detenido, instruyéndose diligencias y pasando a disposición judicial bajo la acusación de un delito de atentado contra agente de la autoridad".
La versión del Ejecutivo marroquí sobre este altercado fue que un policía español supuestamente no respetó la línea de demarcación del puesto de Beni-Enzar para perseguir a un ciudadano identificado como Ibrahim Abana, y que cuando un agente marroquí intentó interponerse, otros tres españoles ayudaron a su compañero y "agredieron a la víctima con sus porras".
Respecto al segundo incidente denunciado por el Ejecutivo marroquí, la institución gubernamental asegura que "no existe constancia de que se produjese ninguna intervención en la que estuviese involucrada alguna persona identificada con el nombre que cita la noticia publicada por la agencia de noticias marroquí".
El Gobierno de Marruecos informó ayer de que Mohamed Hamdaui, residente en la localidad septentrional de Nador, fue agredido por la mañana en el puesto fronterizo de Beni-Enzar por un agente español que le golpeó con su porra y le pisoteó, causándole "una fractura en el brazo y varios moratones en su cuerpo". La Delegación del Gobierno explica que "la única incidencia reseñable" en el puesto de Beni-Enzar durante la jornada de ayer fue la denegación de entrada a Melilla a un individuo que, a las 07:00 horas, mostró "una actitud provocadora e insultante" hacia los agentes de Policía y se negó a identificarse ante ellos. Ante esta situación, según la Delegación, este individuo "permaneció junto al torno de entrada profiriendo insultos contra los agentes españoles, siendo necesaria la intervención de la policía marroquí para que depusiera su actitud".