La UE ha dado por concluidas las negociaciones con Marruecos para una renovación del acuerdo agrícola, que pretende un mayor acceso de importaciones al mercado comunitario. España se opuso al nuevo acuerdo agrícola, so pretexto de que damnifica a los intereses de sus agricultores, lo que puede desde luego afectar a los precios, considerando que no se podía suscribir un acuerdo con Marruecos que no respeta el presente convenio en vigor. Se trata, en concreto, de un convenio que permite a Marruecos exportar una suma de 185.000 a 225.000 toneladas desde esta campaña, con posibilidad de llegar en 2013 a un total de 285.000 toneladas.
La exportación de Marruecos a la UE de 4.600 toneladas de fresa, exentos de impuestos a contar de abril 2010, desmorona a los horticultores españoles, que producen unos 264.000 toneladas en 2008; y sí, una inminencia a la producción de fresa de Onuba, la segunda a escala internacional, que se aproxima a unos 620 millones de € anuales.
Los sindicatos (Interfresa) y (UGT) entran en juego, mediante presiones ante quien corresponda, a efectos de contener esa permisividad. Y por consiguiente alertar de las secuelas que puede ocasionar la entrada de la fresa marroquí, sobre todo, con sus costes de producción mucho más económicos y competitivos en comparación con la española.
Los populares no ofuscaron su inquietud, ante el nuevo acuerdo, por lo cual exigen a los socialistas a que protejan al sector de fresas onubense ante el acuerdo agrario con Marruecos, mediante la amplía de las concesiones a las exportaciones de frutas de éste, ya que puede suponer una verdadera inminencia propiamente dicha, a sabiendas que Huelva es la segunda productora de fresa del mundo y la mayor productora de Europa.
Los socialistas dicen que las exportaciones de fresa marroquíes, han primero de cumplir sus compromisos, y someterse a los requisitos comunitarios; y por tanto, han de ser tratadas a pie de igualdad con las españolas, sino que se trataría de una competencia desleal y desigual. En definitiva, agregan que es un acuerdo que sirve de utilidad a las empresas españolas que operan en Marruecos, sobre todo cuando 80% de la producción de fresa en Marruecos corre a cargo de éstas.
A pesar de estas posturas en España, el acuerdo agrícola, que establece un aumento de 11.000 toneladas del contingente de tomates que podrá exportar Marruecos, lo que le permitirá llegar hasta las 280.000 toneladas, entre Bruselas y Rabat tiene posibilidades fuertes de ser concluido como tal. Pero la tramitación de la adopción por la Comisión y su presentación al Consejo de ministros europeos y del Parlamento está prevista para principios de enero de 2010 según informa El diario “l’économiste” de tendencia economista; luego su conclusión oficial y su ratificación por el Parlamento marroquí, antes de convertirse en 2011 en vigente.
Ahmed Bensalh Es-salhi