El diario marroquí « L’Economiste » se hace eco del fenómeno que está viviendo Marruecos del llamado “offshoring”, mediante el que las periferias de los grandes núcleos urbanos se están haciendo rentables y atrayentes para las empresas extranjeras- entre las que hay una importante presencia española- que ven en estas zonas la oportunidad de poner un pie comercial en el país magrebí, estando lo suficientemente cerca de las grandes ciudades, pero en una zona de construcción nueva y agrupados. Nombres como Casanearshore, Rabat Technopolis, FèsShore, y otras zonas como Ifrane y Oujda son zonas dedicadas ya al “offshoring”, muchas especializadas en sectores determinados.
Es el caso de « Rabat Technopolis », que está destinado a albergar múltiples empresas dedicadas a las tecnologías, en sectores como la microelectrónica, multimedia, etc. que buscan innovar y adentrarse en el mercado marroquí, justo en la entrada de África, en una ciudad que no sólo es la capital, sino el lugar en el que se concentra el 85 por ciento de los centros de investigaciones del país magrebí, así como una importante zona universitaria.
Este potencial va a ser aprovechado por el gobierno marroquí, que ha puesto en marcha ya un programa de formación por el que unos 22.000 titulados se formarán en los sectores que alberguen el offshoring de aquí al próximo año.
Si Rabat apuesta por las tecnologías, Casablanca lo hace mediante “Casanearshore” por las actividades terciarias como servicios bancarios y de seguros, gestión de relaciones de clientes o informática, en una zona piloto de 250.000 metros cuadrados que se pondrá en marcha a finales de 2009, según ha explicado Meriem Benhammou de Casanearshore a “L’Economiste”.
Otra zona especializada de gran interés para España es Tánger y la provincia norteña, con la orientación al sector inmobiliario y automovilístico, con el gigante Renault-Nissan instalándose en la zona Tánger-Med.
Y es que las ventajas para Marruecos parecen ser evidentes: revitalizar la economía de las zonas periféricas de los grandes centros urbanos, al tiempo que ampliar la oferta laboral y empresarial, para dinamizar la economía estatal, en la que cada región o ciudad esté más o menos orientada a un sector en concreto.
(04/09/08)