¿Qué es el Alto Consejo de la Comunidad Marroquí en el Extranjero?
El Alto Consejo de la Comunidad Marroquí en el Extranjero es una instancia creada y presidida por el rey Mohamed VI en su discurso de 2005. Hay que subrayar que desde ATIME, en su visita que hizo el monarca en 2000 hicimos varias propuestas, entre las que se encontraba la creación de un consejo de inmigrantes, y la participación política de los inmigrantes marroquíes en la política de Marruecos. Por tanto, este Alto Consejo de la Comunidad Marroquí en el Extranjero es una iniciativa que llegó seis años tarde, pero bienvenida sea.
Desde 2005 hasta diciembre de 2007 es cuando al final se firma el decreto del nombramiento de los miembros (presidente, secretario y resto de miembros). Tras un largo proceso de debate y de consulta en un primer lugar en el seno de la Iniciativa Al Monadara, especialmente la Conferencia de Madrid en junio 2006-que marcó las lineas básicas de la visión sobre el Consejo , y en segundo lugar a través del proceso de consultas llevado a cabo por el CCDH (Consejo Consultivo de Derechos Humanos ). Además todas las personas que formamos parte de este órgano, son nombradas a Titulo personal, pero todas tenemos vínculos con la población inmigrante marroquí, en distintos ámbitos, lo cual enriquece al conjunto de este Alto Consejo.
¿Cuántos miembros hay actualmente en este consejo?
De momento, hay 37 miembros. Quedan 13 puestos pendientes de su designación. Es decir, se ha planteado como un organo de 50 personas implicadas con la inmigración marroquí en diversos países. Todos tienen un curriculum y trayectoria propios a nivel de inmigración, con realidades distintas de Francia, Canadá o Senegal, y esto es muy enriquecedor.
En España, por ejemplo, forman parte Mohamed Chaib, miembro del parlamento catalán, Mina Rhuch, médico que trabaja con mujeres inmigrantes, Mohamed Kharchich, óptico que forma parte de un centro islámico y Mohamed Anuar Haidur que es sindicalista de Comisiones Obreras. Como se puede ver, todos, con diversa trayectoria, tenemos relación con la inmigración marroquí.
¿Cuáles son los objetivos de este órgano?
Tal y como figura en el decreto de su formación, en primer lugar hay que destacar que es un órgano consultivo. No pretende meterse en el papel legislativo ni en el ejecutivo del gobierno. Es decir, su función es la de consulta, adjunto al rey, que la preside el mismo monarca. Se encarga de facilitar la propuesta, la alineación de todas aquellas iniciativas y políticas que deben tomarse en cuenta por el gobierno marroquí y resto de instituciones en materia de Inmigración. Especialmente, podemos decir que hay dos grandes objetivos que el Consejo tiene, a mi opinión, que reflexionar sobre la mesa.
En primer lugar, la participación política de los inmigrantes. Me refiero a votar. Es algo de lo que ya se ha hablado y no se ha podido llevar a cabo en las últimas elecciones, y el consejo está llamado a reflexionar y a poner encima de la mesa la propuesta de cómo organizarlo, llevar acabo un sistema efectivo para que los marroquíes que residen en el extranjero puedan ir a votar fuera de Marruecos.
Otro aspecto prioritario es la participación de la inmigración en la evolución y cooperación de Marruecos. Adecuar todas aquellas leyes sobre cómo se puede cooperar en el país, siendo inmigrante. En la actualidad hay muchas dificultades sobre cómo invertir y ayudar en el país de origen.
Creo que Marruecos necesita esta riqueza, a sus ciudadanos. No significa que tengan que volver todos. Pero Marruecos tiene un capital humano grandísimo. Estamos hablando de casi 4 millones de marroquíes que viven fuera, y yo creo que Marruecos debe sentirse orgulloso de este enorme capital humano. No tendremos gas ni petroleo, pero tenemos sol y personas. Como no sepa aprovechar esta capacidad humana, no sólo en términos económicos, sino también a nivel de sus conocimientos y experencia al estar en el extranjero y poder formarse, nos perdemos una oportunidad de empuje muy importante. El ejemplo de los inmigrantes españoles que volvieron de trabajar en Alemania y otras zonas de Europa es para mí muy enriquecedor y un modelo a tomar en cuenta.
Luego, por supuesto, hay muchos más objetivos sobre los que reflexionar y preparar en el Consejo. Por ejemplo, el de vigilar la aplicación del papel legislativo, teniendo en cuenta la realidad de los marroquíes que viven fuera. Es decir, hay leyes que no tienen en cuenta a los extranjeros. Por ejemplo la Mudawana (El Código de Familia) que implica aspectos de divorcio, matrimonio, en los que se debería incluir la realidad de los marroquíes residentes en el extranjero.
Y bueno, ir recabando todas aquellas iniciativas por parte de actores y sociedad civil tanto fuera como dentro del propio Marruecos. También yo creo que sería muy interesante disponer de una base de datos, de un Observatorio que sirva de referencia en cuanto a la actualidad y la evolución de la inmigración marroquí en todo el mundo, porque aún no existe a nivel global un observatorio. Esto nos puede enriquecer mucho, no sólo a los inmigrantes, sino a todos los poderes públicos. Y puede ser clave para todo tipo de iniciativas gubernamentales que se quieran hacer.
¿Se han reunido ya los miembros a nivel global, o al menos los miembros españoles?
Estamos a la espera de que se celebre el primer pleno constituyente ahora en marzo. Ahora tanto el presidente, Driss El Yazami, como secretario general, Abdalá Busuf, preparan la logística, la sede, que se está trabajando en ella ya y será en Rabat. Su funcionamiento estará en Marruecos, pero gracias a las nuevas tecnologías estaremos en permanente contacto unos con otros. El mundo es cada vez más pequeño gracias al desarrollo tecnológico.
Hubo ciertas críticas sobre que este Consejo fuese designado por el rey Mohamed VI…
Este consejo no tiene para nada ninguna relación con el parlamento ni con el gobierno marroquí. Es un órgano parecido al creado sobre Derechos Humanos o el Consejo de los Amazigh, y su labor, a instancias del monarca, es la de ser útil con su lectura sobre la realidad de la inmigración marroquí, y poder orientar a mejorar.
Hasta ahora, hay muchas instituciones que representan a los marroquíes en el extranjero. Por citar un caso concreto, estaría por ejemplo la Fundación Hassan II. ¿Es positivo que haya más de un órgano que trate lo mismo? ¿A qué se debe que no se haya unido todo?
Este consejo es la respuesta de las políticas o las no políticas tomadas hasta ahora. Si hacemos un balance, observamos que en materia de inmigración es muy escaso a nivel gubernamental. Hay muchos ministerios que tienen parte de competencia sobre asuntos que afectan a los inmigrantes, como Interior, Exterior, Económico, Asuntos Religiosos, Educación…Y es necesaria la puesta en marcha de un órgano que deba coordinar con suficiente autoridad y competencia. Cada institución tendrá sus competencias y acciones. Pero debe haber un consejo que ofrezca esa orientación que he comentado.
El Alto Consejo de Marroquíes en el Extranjero puede, por tanto, abrir los ojos, en cuanto a acciones eficaces sobre y con la población inmigrante
Efectivamente, estoy convencido de que tenemos que cambiar la visión sobre los inmigrantes marroquíes. Marruecos no puede seguir viendo a la inmigración sólo como fuentes de remesas, sino que quieren participar en proyectos de sus aldeas, pueblos, ayudar en la medida de lo posible, y en este sentido, poder incluso frenar la inmigración y aportar experiencias reales. Basta ver simplemten cómo en verano los marroquíes que residen en otros países vuelven a Marruecos, y esto demuestra la gran relación de los inmigrantes con su país de origen.
Por tanto, debe plantearse la relación del inmigrante con su país, como una relación de participación, de derechos y de obligaciones. Los marroquíes residentes en el extranjero son fuente de riqueza, conocimiento y saber hacer. Y en este sentido, considero que también se les debe abrir las puertas a los inmigrantes sobre la participación política. Ellos vienen de países democráticos y saben cómo se gestiona la democracia, porque la Democracia no sólo puede ser de boquilla.
Patricia Trejo.
(06/03/08)