Sí Se Puede, Latino, Noi în Spania… Los 5.708.900 inmigrantes que residen en España no están huérfanos de cabeceras. Los medios de comunicación dirigidos a distintos grupos de ciudadanos extranjeros proliferan ante el aumento de la demanda y enmarcados en la era de la información. Pero, ¿qué publicaciones interesan más a los extranjeros residentes en España?
Según el Estudio de Medios Inmigrantes, elaborado por nueve periódicos dirigidos al colectivo inmigrante, la prensa generalista española no se adapta a las necesidades e intereses de los extranjeros que viven en España. Sólo el 22% de los encuestados compra periódicos españoles, una lista que lidera el diario El País, seguido de Marca.
Las publicaciones generalistas tradicionales no cubren las necesidades de este colectivo, que demanda información sobre trámites administrativos de residencia y trabajo e información sobre el mercado laboral. Los periódicos gratuitos, insertados en la tendencia del periodismo de servicio, se adaptan mejor a esta finalidad.
Es en la órbita de la información gratuita donde han surgido la mayoría de los medios de comunicación dirigidos a la población inmigrante. Estos diarios y semanarios reafirman la identidad de los distintos grupos de extranjeros sin perder de vista donde residen. Se trata de un genuino periodismo útil que ha tenido una magnífica acogida en el colectivo. Esto aparece reflejado en el Estudio de Medios Inmigrantes, según el cual la mitad de los extranjeros que residen en España prefiere leer medios gratuitos (entre los que destaca 20 minutos), seguidos de publicaciones especializadas en el colectivo inmigrante. Latino es el periódico líder en este ámbito con 196.000 lectores semanales.
Poco acostumbrados a ir al quiosco
Los hábitos de consumo de prensa en Marruecos, no dejan al país en muy buena situación. Mientras la media mundial de periódicos vendidos por cada 1000 habitantes es de 95 ejemplares, en Marruecos sólo se compran 13 ejemplares por millar de personas, lo que sitúa al país del norte de África por detrás de Estados como Mauritania, Yemen o Somalia.
El escaso número de lectores de prensa en Marruecos no encaja con las supuestas aspiraciones del país a la construcción de un proyecto democrático. Lejos de alcanzar a España, los 350.000 ejemplares que se venden a diario en Marruecos también están muy por detrás de las ventas en otros países del Magreb. Así en Argelia, se venden aproximadamente tres veces más publicaciones periodísticas que en Marruecos.
Sin embargo, esto no parece encajar con el elevado número de cabeceras que existen en el reino alauí. Robert Assaraf, vice presidente de la revista francesa Marianne y fundador del Centro Internacional de Investigación sobre los Judíos de Marruecos, señala que “se puede verdaderamente hablar de una burbuja de información marroquí. Pero lejos ser ‘exuberante’, es completamente regresiva. Tiradas a la baja, numerosos títulos en alza, el efecto de tijeras es devastador sobre los recursos de los diarios”.
La ausencia de un número elevado de lectores fuerza a las incontables
publicaciones marroquíes a depender excesivamente de la inversión
publicitaria, algo que repercute en la independencia informativa. Los
cierres de periódicos y revistas debido al boicot publicitario se han
venido repitiendo en Marruecos, lo que supone un paso atrás en el
respeto a la libre expresión en los medios de comunicación, un punto
en el que el país había realizado grandes avances en los últimos años.