21/10/2009 – Hereu, que se reunió en el Palacio Real con el primer ministro, Abbas El Fassi, ve esencial para la integración y la cohesión social de los cerca de 800.000 marroquíes que viven en España (14.000 en Barcelona y 230.000 en Cataluña) que puedan votar en los comicios municipales como unos ciudadanos más, aunque no ha querido fijar una fecha para alcanzar esta meta.
Hereu explicó que el Gobierno tiene voluntad de lograr este acuerdo de reciprocidad con Marruecos al igual que lo tiene con otros estados. En este sentido, señaló que "claramente" la pelota se encuentra ahora en el tejado del Gobierno marroquí. Según dijo, Rabat está estudiando esta posibilidad, aunque primero debería modificar algunos puntos de su Constitución. "Eso no es un tema fácil en ningún país", admitió el alcalde.
En su encuentro con El Fassi, Hereu abordó diferentes asuntos de ámbito cultural y económico, como la visita que una delegación de empresas catalanas realizará próximamente a Marruecos para estrechar lazos con un país que consideran estratégico y donde "Barcelona quiere ser punta de lanza de diálogo" desde Europa.
En el ámbito social, trataron la situación de muchos menores marroquíes que entraron de forma ilegal en España y viven sin sus familias. Hereu aboga por impulsar estrategias compartidas de integración de estos jóvenes, tanto en Barcelona como en Marruecos, donde, se podrían abrir escuelas taller para favorecer su integración.
Hereu se entrevistó también con el ministro responsable de la comunidad marroquí en el extranjero, Mohammed Ameur, y propuso convertir el modelo del tejido asociativo de Barcelona en una referencia para todo el Mediterráneo por su capacidad de integrar a los colectivos de inmigrantes.
"Barcelona es una ciudad preocupada por todo lo que acontece entre Europa y el Mediterráneo", ha explicado el alcalde, quien ha agradecido el apoyo recibido del Gobierno marroquí para que la capital catalana se convirtiera en la sede del Secretariado de la Unión del Mediterráneo.
Promover el conocimiento mutuo Ameur sugirió la creación de un programa de intercambio para que los jóvenes catalanes y españoles conozcan el nuevo Marruecos, propuesta que fue cogida al vuelo por Hereu, que la ve como una buena oportunidad para "romper tópicos" creados por el desconocimiento "entre unos y otros". Para apoyar este conocimiento mutuo, Hereu destacó la creación de la Casa de Marruecos en Barcelona.
La gran mayoría de los 14.402 ciudadanos marroquíes (más 1.648 que han obtenido ya el pasaporte español) que viven en Barcelona, proceden del norte del país, especialmente de las ciudades de Tánger, Larache, Kassar-El Kebir y Tetuán.
El colectivo marroquí, integrado en un 60% por hombres (la mayoría de entre 25 y 39 años) ronda oficialmente ya el 5% del total de inmigrantes que residen en la capital catalana (que ha doblado su número entre 2001 y 2008) y ocupan el sexto puesto en el ránking de nacionalidades tras Italia, Ecuador, Pakistán, Bolivia y Perú.