Según informó ayer el periódico económico marroquí “L’Économiste”, los responsables fiscales marroquíes plantearon en este seminario internacional que tal vez había llegado el momento de proponer mejoras fiscales particulares para los trabajadores transfronterizos entre ambos países.
Un paso importante y más que beneficioso para ambos países. Y es que, de momento, Marruecos es el único país vecino de España cuyo convenio fiscal bilateral no contempla a los trabajadores transfronterizos.
Una de los puntos más débiles precisamente en las relaciones comerciales bilaterales entre España y Marruecos es la lentitud burocrática y la falta de agilidad en los papeles de carácter fiscal.
El hecho de que en un seminario de carácter internacional se haya puesto sobre la mesa esta posible mejora, como primeros pasos a seguir, es signo esperanzador. Sin embargo, una cosa son las palabras y otra bien diferente los hechos. Habrá que esperar a que se materialice este apunte por parte de las autoridades marroquíes competentes en materia fiscal, que de por sí ya es un buen paso.
Por otro lado, y en relación con el comercio bilateral y el aspecto fiscal, “L’Economiste” destacaba también cómo hay un filón español que se empieza a explotar por parte de los marroquíes en materia de fiscalidad, sobre todo en relación con los sectores inmobiliario y turístico.
En concreto se refiere a la posibilidad de los inversores marroquíes para operar desde España sus inversiones en Marruecos, puesto que desde España, para fomentar la internacionalización de las empresas españolas, existe un régimen fiscal que incluye medidas como la exoneración de dividendos repatriados de filiales instaladas en el extranjero.
Lo que es evidente es que empresarios e inversores de ambos lados del Estrecho intentan sacar el mayor beneficio posible a sus operaciones, y debido al éxito constante de las relaciones bilaterales comerciales, se hace necesario que se modernice aún más los trámites y medidas fiscales.
(30/04/08)