Tras la destitución producida el pasado miércoles del jefe del Estado Mayor del Ejército y de la Guardia Presidencial, los militares rechazaron el decreto y consideraron "nulo y sin efecto jurídico" el cambio anunciado por Addallahi, por el que también se destituyó a Ahmed Uld Bekrine como Jefe del Estado Mayor de la Gendarmería Nacional y a Felix Negry como jefe de la Guardia Nacional, informa la agencia española Efe.
Paradoja: “Reconducir” el país hacia la democracia mediante un golpe de Estado
Una de las medidas inmediatas anunciadas por los golpistas militares ha sido la creación de un "Consejo de Estado" presidido por el general sustituido Uld Abdelaziz y 11 comandantes militares, e iniciaron contactos con embajadores de países occidentales (Estados Unidos, Francia y España así como representantes de la UE), árabes y africanos para explicar los motivos de la toma del poder cuya intención final es “redireccionar el proceso democrático” en Mauritania, según fuentes cercanas a la cúpula militar.
En concreto, los golpistas han anunciado su intención de celebrar unas elecciones presidenciales “libres y transparentes lo más pronto posible”, aunque las fechas no se han precisado.
En su entrevista con los embajadores, el presidente de este « Consejo de Estado » ha asegurado a sus interlocutores que los cambios producidos en el país "reconducen el proceso democrático que había sido desviado de su verdadera trayectoria”, así como que la armada no se quedara por mucho tiempo en el poder, sino que va a “asegurar un periodo de transición que no se excederá de los tres meses”; tiempo mediante el que se organizarán las nuevas elecciones.
Por otro lado, cabe destacar que tras el golpe de Estado, decenas de parlamentarios mauritanos tanto pertenecientes a la mayoría presidencial como a la oposición manifestaron en la tarde de ayer su respaldo a ese golpe y convocaron para hoy jueves una manifestación en su favor en el centro de la capital. ¿Por qué este apoyo?
Supuestamente, según los convocantes, se está deteriorando el proceso democrático en Mauritania a favor de la “consagración del poder individual y el predominio de la mentalidad del engaño". Los parlamentarios consideran que este golpe era “una necesidad imperiosa” para poner fin a las “disfunciones” que padecía la presidencia actual.
En el fin de semana, han seguido reestructurándose los apoyos y oposiciones al golpe. Por ejemplo, cuatro de los cinco miembros del Buró de la Asamblea Nacional mauritana rechazaron ayer las declaraciones realizadas por el presidente de esa cámara, Messud Uld Bouljeir, que ha condenado al golpe de Estado en el país africano.
El titular del Legislativo también se mostró contrario a cualquier elección bajo el régimen del Alto Consejo de Estado creado tras el levantamiento militar del pasado miércoles y solicitaba además la vuelta del presidente depuesto y su voluntad de continuar al frente de la Asamblea, sin reconocer el nuevo poder.
El domingo, además hubo declaraciones del partido político mauritano SAWAB rechazando "toda injerencia extranjera en el retorno a la legalidad constitucional en el país" y solicitó a los líderes nacionales que actúen como tales y no se dejen llevar por las opiniones lanzadas por la comunidad internacional.
Marruecos, primer país en dirigirse a conversar con la Junta Militar
Marruecos ha mantenido un silencio expreso de "no ingerencia" tras haberse producido el golpe militar, hasta ayer por la tarde noche, cuando decidió enviar a un emisario oficial para mantener una reunión con el presidente de la Junta Militar, el general Mohamed Uld Abdelaziz.
En concreto, el presidente de la Junta Militar de Mauritania recibió ayer al responsable de la DGED, Yasín Mansuri, emisario especial del rey Mohamed VI de Marruecos, en presencia de Cheyakh Ould Ely, director del Gabinete del presidente del Alto Consejo de Estado y del embajador de Marruecos en Mauritania, Abderrahmen Benomar.
Mansuri, máximo responsable de la Dirección General de Estudios y Documentación (DEGED), no hizo ninguna declaración sobre su visita a Mauritania, aunque fuentes cercanas al Gobierno marroquí indicaron a la agencia Efe que se trata de una misión de información.
El objetivo de esta misión es tomar contacto con la Junta Militar (denominada Alto Consejo de Estado), tras el movimiento golpista del pasado día 6 y conocer la situación actual del país, añadieron las fuentes.
Marruecos que mantiene buenas relaciones y una estrecha cooperación en varios sectores con Mauritania, decidió crear una "célula de crisis" tras este golpe de Estado militar para observar y recabar información sobre los acontecimientos, según informaba la agencia africana APA citando "fuentes concordantes".
Voces Internacionales contra el golpe militar
Poco después de que se produjera el golpe de Estado, varias voces internacionales han manifestado su desacuerdo por éste.
La vicepresidenta primera del Gobierno español, María Teresa Fernández de la Vega, condenó la retención del presidente mauritano y de su primer ministro, y exigió su liberación.
Fernández de la Vega, que ayer se encontraba en Monterrey (México) con un grupo de empresarios mexicanos, lamentó "con toda rotundidad que el orden constitucional y democrático se haya subvertido" y declaró confiar en que “la situación vuelva a la normalidad democrática e institucional cuanto antes y se proceda también cuanto antes a la liberación del presidente y del primer ministro".
Voces en contra del golpe, como la española De la Vega, han sido por el ejemplo la del jefe de la diplomacia de la Unión Europea (UE), Javier Solana, quien pidió el "restablecimiento integral de la legalidad institucional" en Mauritania y recordó que el presidente retenido había sido elegido democráticamente en 2007.
Asimismo, el Alto Representante de la UE para la Política Exterior y Seguridad Común expresó su apoyo a los esfuerzos emprendidos por la Unión Africana para tratar de resolver la crisis por la vía del diálogo.
También el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, instó a la restauración del orden constitucional en Mauritania y la Unión Africana (UA) condenó asimismo este golpe de Estado y cualquier "tentativa para tomar el poder por la fuerza".
Según un comunicado oficial, la UA enviará inmediatamente a Nouakchott al Comisionado para la Paz y Seguridad del organismo panafricano, Ramtane Lamamra, a fin de evaluar la situación sobre el terreno y asistir en la promoción de una solución pacífica a la crisis.
En contra del golpe se han pronunciado también el Gobierno de Sudáfrica, y los Estados Unidos, que instó a los militares a que liberen al presidente y al primer ministro del país y restauren "de inmediato el gobierno legítimo, constitucional y democráticamente elegido".
Ambiente crispado desde hace tres meses
Este golpe militar no ha surgido de la nada, aunque a muchos haya pillado por sorpresa. En realidad, las tensiones políticas comenzaron cuando un grupo de 39 diputados, en su mayoría pertenecientes al Pacto Nacional por la Democracia y el Desarrollo (PNDD-ADIL), dirigido por el propio El Waghef, presentaron una moción de censura contra el Gobierno hace ya tres meses.
El presidente Abdallahi acusó a estos parlamentarios de ser cercanos a las fuerzas armadas y al antiguo régimen militar. Por ello, cesó a los principales líderes militares acusados de estar detrás de la crisis política. Desde entonces, el ambiente se ha ido caldeando mediante una dinámica que ha conducido al enfrentamiento mediante golpe de Estado.
A pesar de este golpe, que paraliza al gobierno mauritano, la situación en las calles es de calma y normalidad aunque haya presencia de militares en las dependencias administrativas de la capital, Nuakchot, y se hayan controlado la radio y televisión estatales.
Según ha informado el Ministerio de Asuntos Exteriores español, la colonia española en Mauritania, compuesta por unas 150 personas (32 de ellas cooperantes), se encuentra "bien y tranquila".
Algo llamativo es que los partidos políticos mauritanos han proseguido su actividad y sus líderes se han expresado libremente en los medios de comunicación, tanto en favor como en contra del golpe de Estado, indica Efe.
Mauritania parecía haber entrado en un tímido avance democrático tras las elecciones de marzo de 2007, cuando Abdallahi salió elegido para sustituir a la Junta Militar; entidad que participó en agosto de 2005 en otro golpe de Estado contra el presidente Muauia Uld Taya, al frente del país desde 1984.
Con este nuevo golpe, también en agosto, el gobierno y parlamento mauritano, así como la situación del presidente y el primer ministro retenidos quedan en una situación de total incertidumbre.
Que un país vecino a Marruecos entre en situación política inestable no beneficia a este último, que de momento observa con precaución el desarrollo de los acontecimientos y ha decidido dar un paso más para entablar una reunión con la Junta Militar. Por otro lado, la tímida presencia empresarial española que comenzaba a poner los pies en Mauritania puede que retroceda ante esta inestabilidad política que de momento es pacífica.
Y es que buscar un proceso democrático real mediante un golpe de Estado militar no es la mejor carta de presentación para que se apoye dicho proceso, ni el mejor mecanismo para lograr que la democracia se asiente en este país magrebí.
(12/08/08)