Dos meses de crisis entre Marruecos y España que por fin se cierra. La visita del rey Juan Carlos I y doña Sofía a las ciudades autónomas de Ceuta y Melilla ha ocasionado más de un quebradero de cabeza; puesto que se dio un portazo a las buenas relaciones diplomáticas entabladas hasta el momento entre España y Marruecos.
Un cierre de año agridulce que al fin se ha solucionado, tras las declaraciones de las autoridades españolas de buena voluntad y sobre todo tras el desplazamiento de Miguel Ángel Moratinos a Marruecos para conversar con su homólogo marroquí y entregar una carta personal del presidente español, José Luís Rodríguez Zapatero, al monarca Mohamed VI.
Uno de los puntos prioritarios de las conversaciones entre Moratinos y Fassi Fihri fue la posible vuelta del embajador Omar Azzimán a Madrid. Un objetivo que se ha cumplido y que ya informó el periódico marroquí “Al Masae” el fin de semana antes de la confirmación oficial mediante un comunicado de prensa del Ministerio de Exteriores marroquí este lunes, al confirmar el “retorno inmediato” de Azzimán a la capital española.
Con ello, la normalización diplomática se retoma tras casi setenta días tras el malestar de las autoridades marroquíes por la primera visita oficial de los reyes españoles a Ceuta y Melilla, dos ciudades autónomas españolas cuya soberanía reclama Marruecos y que es el punto delicado a tratar entre ambos países.
Frente a la sorpresa de los españoles ante la reacción de irritación del gobierno y la población marroquí, que desembocó en la llamada a consultas indefinida del embajador marroquí, hay que entender que la visita real española se consideró un “comportamiento colonial” por parte de España que no tenía en cuenta el sentimiento de los marroquíes.
Tras las declaraciones ofendidas de las autoridades marroquíes (sólo basta recordar que el Primer Ministro Abbas El Fassi asemejó la cuestión de Ceuta y Melilla a la situación de Palestina); al fin Moratinos y Taib Fassi Fihri, se reunieron el jueves pasado y manifestaron la voluntad de sus respectivos Gobiernos de devolver la normalidad a sus relaciones después de la crisis de los primeros días de noviembre.
Aunque Moratinos regresó de Rabat sin la afirmación del regreso del embajador marroquí, todo indicaba la pronta vuelta de Azzimán. No sólo las declaraciones de “respeto y buena voluntad” de su homólogo marroquí. También, el propio rey de Marruecos Mohamed VI llamó por teléfono al rey español Juan Carlos I para felicitarle por su 70 cumpleaños, algo que el propio monarca español comentó a los periodistas cuando conversó con ellos durante la Pascua Militar.
Ceuta y Melilla, la discusión
No obstante, al margen de la buena voluntad de ambos países por retomar las relaciones bilaterales existentes e incluso mejorarlas –como apuntaba la carta de Zapatero a Mohamed VI – queda en el aire la cuestión de fondo que ha originado la crisis hispano-marroquí: Ceuta y Melilla (Sebta y Melilia).
Tras la llamada de su embajador, el gobierno marroquí declaraba que para recuperar las relaciones con España un “elemento fundamental” del diálogo sería el futuro de estas dos ciudades.
“Deseamos que esta crisis sea la ocasión para una discusión amistosa y franca entre nuestros dos países y para crear una solución que tenga en consideración los derechos fundamentales de Marruecos”, declaró entonces el portavoz del Gobierno, Jalid Naciri, a lo que la vicepresidenta española María Teresa Fernández de la Vega, contestó que “no hay nada que negociar” sobre Ceuta y Melilla.
Con todo ello, tras la reunión mantenida por los jefes de la diplomacia de ambos países, éstos declaron haber tratado el asunto de Ceuta y Melilla pero Moratinos añadió que habían constatado que Marruecos y España mantienen “posiciones divergentes” bien conocidas, pero “desde el respeto mutuo”. Por lo tanto, parece que se queda otra vez en punto muerto esta cuestión.
Vuelta a las reuniones comunes e invitaciones
En la carta de Rodriguez Zapatero a Mohamed VI se incidía en mejorar las relaciones bilaterales mediante un mensaje de amistad, y con un balance de las relaciones bilaterales en materias como la inmigración, la pesca, la política antiterrorista, la economía o las inversiones.
También se manifestaba en la carta, según informa la agencia Efe, el interés de Madrid en que “pronto” pueda convocarse la reunión de alto nivel bilateral que mantienen anualmente los dos países en virtud del tratado de amistad que tienen suscrito.
Además, junto a la recién anunciada vuelta de Azzimán a Madrid, los ministros de exteriores de ambos países confirmaron la visita de Moratinos a Rabat el próximo 20 de enero para participar en la reunión mediterránea “Iniciativa 5+5” en donde participa España, Francia, Portugal, Italia, Malta, Marruecos, Túnez, Argelia, Mauritania y Libia.
Igualmente el ministro español hizo oficial la invitación a su homólogo, Fassi Fihri. de asistir los próximos 15 y 16 de enero en Madrid en la reunión del Primer Foro de la Alianza de Civilizaciones.
Nuevas reuniones en la agenda que evidencian la normalidad diplomática y el interés común de ambos gobiernos por mejorar aún más todavía las relaciones de Marruecos y España a todos los niveles.
(08/01/08)