En concreto, se han identificado a una treintena de miembros de esta red, aunque sólo han sido detenidos 21 miembros, de los cuales, 2 son marroquíes y el resto de nacionalidad española.
Entre las actividades que caracterizaban a esta red está la captación de clientes de las localidades marroquíes vecinas para entrar en Melilla, y por tanto, entrar en territorio europeo, o la adquisición de vehículos, que eran conducidos por los más jóvenes a través de la frontera.
En el cierre de la Operación Gaviota, que ha durado ocho meses, también han sido intervenidos doce vehículos. Y es que, un modo de intentar cruzar el umbral que separa Marruecos de Melilla es la entrada a esta ciudad estando oculto en automóviles de todo tipo.
Con esta operación, la investigación policial se apunta un tanto más contra las redes que fomentan la inmigración clandestina y el tráfico de seres humanos de forma ilegal, en un contexto en el que el salto por las vallas fronterizas es cada vez más difícil y las formas de entrada se diversifican para adaptarse a la situación.
PTZ
(30/03/09)