Segun Soler, Fischer se ha mostrado conocedora de la situación que vive la agricultura española, más aún la almeriense, de cara a las importaciones de otros paises como Marruecos. En este sentido, el hecho de que el tomate, en concreto el almeriense, se convierta en producto sensible repercute directamente en las exportaciones del producto hortofrutícola procedentes del país africano.
Marruecos tendrá una cuota a la exportación similar a la actual, con un ligero incremento, según precisó el consejero andaluz del ramo, pero habrá límites a la exportación, que serán repartidos mensualmente y no trimestralmente, con el fin de evitar la concentración del tomate cuando Almería sea competitiva, y en consecuencia saturar los mercados.
Uno de los elementos más importantes analizados con la comisaria europea ha sido establecer un precio mínimo de entrada para el tomate marroquí. Éste no podrá venderse en Europa, en principio, por un precio inferior a los 0,46 céntimos, lo que "garantiza un filtro a la venta de tomate procedente de Marruecos, lo cual es positivo para el producto europeo".
Sin embargo, el pimiento y la judía no pueden acogerse a esta medida por estar, según aclaraba el consejero, liberalizados en el mercado desde hace años. Para que esta iniciativa se convierta en realidad, sólo falta que Marruecos y la Unión Europea retomen las negociaciones, previsiblemente en octubre, tras su bloqueo este verano, al no convencer al país de las condiciones presentadas por la Comisión Europea.
Al respecto Soler apuntó al medio local “El Ideal” que “la Comisión es receptiva a las pretensiones de Marruecos, pero no cederán en perjuicio de los agricultores europeos, por lo que es una noticia muy tranquilizadora para el sector”.
Además de estos productos, la Junta de Andalucía ha conseguido defender ante terceros otros cultivos tales como el ajo, la fresa, clementina y azúcar.
(18/09/08)