Programas y promesas
El Partido de la Unión socialista de las fuerzas populares (USFP, izquierdista miembro de la coalición gubernamental saliente que participa en el gobierno de 1998 tras treinta años en al oposición) ha prometido la creación de dos millones de empleos hasta 2012, y ha propuesto el establecimiento de un Ministerio y de un Consejo superior de igualdad y servicios administrativos de "género social", en el marco de la política de "género" emprendida por el Gobierno saliente.
Por su parte, el Partido del Istiqlal (PI, nacionalista gubernamental), se compromete a realizar una tasa de crecimiento de 6 por ciento y a reducir por dos puntos la tasa de pobreza durante los próximos cinco años. Asimismo, se compromete a reducir la tasa de desempleo a un 7 por ciento en 2012 (hoy es de un 10%), a bajar los impuestos sobre las empresas y a mantener la inflación en 2 por ciento, así como a generalizar la cobertura médica al 80 por ciento.
Promesas o compromisos que el secretario general del partido, Abas El Fasi, afirmó en una entrevista que concedió a la agencia MAP, en la que añadió que el PI obrará por el “refuerzo constitucional del principio de independencia de la Justicia” mediante la revisión del estatuto del Consejo superior de magistratura, y propone “una transición” de la universidad tradicional a la universidad de preparación a profesiones y oficios, “con el fin de colmar el déficit en las especialidades necesarias para la economía marroquí”.
Por su parte, el Partido de Medio Ambiente y Desarrollo (PED) se plantea realizar un “verdadero despegue económico y favorecer una justicia social, basada en la protección del medio ambiente”, que figura como prioridad en su programa electoral, indicó el secretario general del Partido, Ahmed Alami, quien insistió en el desarrollo y la diversificación de la economía marroquí con el fin de realizar “un ritmo de crecimiento sostenible capaz de contribuir a reducir la tasa de desempleo y promocionar las inversiones”.
Precisamente, sobre la aceleración del ritmo de crecimiento económico, aboga también como punto prioritario de su campaña electoral la Unión Marroquí para la Democracia (UMD), creada hace un año. Su secretario general, Abdalá Azmani, hizo hincapié en la importancia de los sectores de turismo y vivienda para el porvenir del país, así como en tomar medidas en varios ámbitos socioeconómicos “capaces de garantizar una estabilidad” económica y social en el país. Las premisas de este joven partido son “liberalismo y solidaridad”.
Respecto al Partido del Movimiento Popular (MP, gubernamental), se destaca las iniciativas de la reducción fiscal por un 20 por ciento y el aumento en 1,7 por ciento del presupuesto para investigación y desarrollo. Mohand Laensar, secretario general del MP, reafirma la “necesidad de realizar un desarrollo sostenible basado en la adopción de una política económica eficiente, la mejora del clima de negocios, el apoyo de las inversiones y el refuerzo del partenariado entre los sectores público y privado”.
Por su parte, el Partido de Justicia y Desarrollo (PJD, islamista moderado en la oposición y tercera fuerza política tras las elecciones de 2002), ha elaborado un programa que ambiciona profundas reformas estructurales basadas en tres ejes principales: "la gobernanza y la administración", "la justicia" y "la enseñanza".
Para el secretario general de este partido islamista, Sâad Eddine El Othmani, Marruecos necesita consagrar una “economía eficiente, innovadora, social y solidaria”, “una justicia independiente, moderna e imparcial", y "una enseñanza de calidad adaptada a las necesidades de la sociedad y del mercado de empleo". En este sentido el PJD promete crear unos 300.000 empleos anuales y bajar la tasa de desempleo a menos de 10 por ciento para 2010, así como reducir a la mitad la tasa de pobreza en 2012.
¿Auge del islamismo en las elecciones de 2007?
Este periodo pre-electoral está marcado por la expectación sobre los resultados que puede llegar a recibir el partido Justicia y Desarrollo, que en las elecciones pasadas mostró su capacidad de movilidad de voto al constituirse la tercera fuerza política, al obtener 43 escaños, y eso que se presentó tan sólo a 54 de las 92 circunscripciones.
Según ha declarado su líder, El Othmani, el PJD obtendrá en estas elecciones entre 60 y 70 diputados. Respecto a la posibilidad de la participación de su partido en el próximo Gobierno, subrayó que su formación no podría participar en el próximo gobierno sin "condiciones políticas". "O bien participemos en un gobierno fuerte y de una manera respetable, o bien permanezcamos una oposición fuerte", puntualizó el secretario general del PJD a la agencia marroquí MAP.
Este partido, de formación islamista moderada, que prefiere definirse como un “partido de referencias islámicas” y no como “integrista moderado”, rechaza la violencia, propugna la reforma de la Administración y la Justicia para acabar con la corrupción, y apoya una educación generalizada y de calidad, al tiempo que no cuestiona el papel del monarca como Comendador de los Creyentes (Amir Al Aumin).
Si el PJD sube como parte de los partidos que forman coalición en el gobierno, muchos observadores apuntan que puede ser un modo eficaz de frenar la expansión del islamismo radical yihadista (que aboga por la violencia) que hizo patente su existencia desde los atentados de Casablanca en 2003.
Continuidad
Por su parte, el rey Mohamed VI defendió días atrás en un discurso la continuidad institucional, y caracterizó a la monarquía como «ciudadana», en un régimen basado en un Islam «moderado y abierto».
Las últimas elecciones del año 2002 dieron lugar a un primer ministro sin partido, elegido por designación real, ante la falta de un ganador claro. En este sentido, se observa de cerca a Fuad Ali el Himma, hombre próximo al rey que dejó el cargo de ministro delegado de Interior para presentarse como candidato a las elecciones.
Esta salida de El Himma es vista por muchos como la forma de ser nombrado Primer Ministro, ya que Mohamed VI, el encargado de adjudicar este puesto, prometió en un discurso que el próximo Primer Ministro saldría del Parlamento. De este modo, se evitarían las críticas tras la designación en 2002 de Driss Yettú para dirigir al gabinete.
Por otro lado, tres de los partidos que forman el Gobierno -los que integran el bloque democrático: el nacionalista Istiqlal, la Unión Socialista de Fuerzas Populares (USFP) y el Partido del Progreso y del Socialismo (PPS)- anunciaron hace unos días en un comunicado que trabajarán coordinados y con transparencia.
Casi 16 millones de electores
Durante las dos semanas de campaña electoral los más de 30 partidos políticos marroquíes que presentan candidatos tienen ante sí el reto de incitar a la participación de los 15.510.505 electores (el 48 por ciento de ellos son mujeres) para elegir a los 325 miembros de la Cámara de Representantes para los próximos cinco años.
Estos comicios (los segundos desde el reinado de Mohamed VI) que se celebrarán el próximo 7 de septiembre, constituyen los primeros en la historia de las elecciones marroquíes, que se celebrarán en presencia de observadores internacionales. El abstencionismo planea, sin embargo, sobre las elecciones, ya que, según la agencia MAP, sólo ha retirado su tarjeta electoral, imprescindible para depositar el voto, el 55% de los ciudadanos inscritos.
(27/08/07)