Este consumo masivo marroquí, provoca en cambio problemas para los agricultores de tomate europeos, como es el caso evidente de los españoles. Según informa Coag, “entre la campaña 1999-2000 y la actual, se ha producido un aumento del 58,2 por ciento en las exportaciones marroquíes, provocando situaciones de saturación en los mercados que derivan en graves crisis de precios cada campaña”.
En este sentido, Coag denuncia que la Comisión Europea, “en vez de velar por el cumplimiento de los acuerdos preferenciales, se cruzan de brazos y no hacen nada”, en vez de “imponer cupos fijos ante las peticiones de un aumento de los mismos por parte de Marruecos argumentado como ‘mercados suyos’ países que últimamente se han incorporado a la Unión Europea”.
Además, según recoge el periódico almeriense El Ideal, los representantes de Coag afirman que “se debería revisar el precio de entrada, ya que el establecido actualmente, no cubre los costes de producción del tomate europeo”.
Miedo al ‘Estatuto avanzado’
Esta situación que por un lado beneficia al mercado marroquí, pero por otro perjudica al mercado europeo, está levantando temores desde los sectores agrícolas españoles sobe el futuro Estatuto Avanzado que Marruecos va a conseguir a finales de año con la Unión Europea.
La delegación de Coag en Almería (provincia española productora de verduras y hortalizas por excelencia) ha mostrado su “rechazo frontal” a este proyecto de ‘Estatuto Avanzado’, puesto que Marruecos accedería a los fondos de la OCM de Frutas y Hortalizas y sus productos podrían circular libremente en el mercado comunitario, sin precio de entrada, “e incluso le dan apoyo económico para el desarrollo de la agricultura de frutas y hortalizas, hasta el punto de contemplar la posibilidad de incluir a las empresas como Opfhs, beneficiándose de los programas operativos. Estaríamos hablando de un trato igual al de cualquier país de la UE”, añaden los responsables de Coag.
Un trato que provoca recelos entre los agricultores españoles no por beneficiar a Marruecos, sino porque este beneficio suponga un detrimento del mercado agrícola español.
En este sentido, el director general de la Federación de Productores Exportadores de Frutas, Hortalizas, Flores y Plantas Vivas (Fepex), José María Pozancos, ha afirmado que el actual modelo de asociación de la UE con Marruecos ha desarrollado en el país magrebí “una agricultura colonial de exportación”, y añade a la agencia Efe, que el Acuerdo de Asociación con Marruecos vigente ha sido “muy negativo” para los productores hortofrutícolas españoles, ya que incluyó “concesiones muy importantes” a las importaciones marroquíes, que “siguen un ritmo fuertemente creciente”.
Además Pozancos considera que Marruecos está desarrollando una agricultura basada “en la inversión extranjera y en la explotación de mano de obra a niveles de subsistencia, y con una producción orientada a los mercados exteriores que no es capaz de atender las necesidades alimenticias de la población local”.
Por otro lado, el director de la Fepex afirma que para mantener la competitividad de las frutas y hortalizas españolas en el mercado global, tanto respecto a los productores comunitarios como a los de terceros países, es necesario ir a “un nuevo modelo de explotación mucho más intensiva en capital”, y que en cultivos de invernadero en concreto, se debería seguir el modelo de los Países Bajos y Bélgica mientras que en plantaciones al aire libre se debería “profundizar la renovación de variedades y modernizar las explotaciones con nuevos sistemas de cultivo, riego y poda”, entre otras cuestiones, para ser competitivos con los mercados europeos y las exportaciones extranjeras, como el caso de Marruecos.
(25/06/08)