Era algo más que previsible, y ha pasado. Los jóvenes marroquíes no saben ya qué hacer para conseguir un puesto de trabajo. Mientras Marruecos logra acuerdos sustanciosos con empresas extranjeras, y los datos abogan por un crecimiento macroeconómico importante, la realidad diaria de gran parte de la población marroquí se caracteriza por ver impotentes cómo sube el precio de los productos básicos de forma abrumadora y la falta real de puestos de trabajo, sobre todo para la población más joven.
El sábado pasado, Sidi Ifni terminó con 44 heridos (27 de ellos policías) por los disturbios provocados, según informa de ello la agencia AFP, que afirma que la policía movilizada a esta localidad marroquí recurrió a la fuerza para desbloquear el puerto donde estaban estacionados 89 camiones cargados con cerca de 800 toneladas de pescado.
El bloqueo del puerto de Sidi Ifni, cuyo principal recurso económico es la pesca, comenzó el 30 de mayo tras la proclamación de los resultados de un concurso para la contratación de tres personas. Tras el sorteo, cerca de 120 jóvenes descontentos se habían dirigido al puerto para paralizar sus instalaciones, según un diputado socialista, Abdelawahab Belfkih.
Según el portavoz del gobierno, Jalid Naciri, las autoridades intentaron durante una semana entera negociar con los manifestantes. Sin embargo estos intentos “no desembocaron en ningún resultado”, por lo que “los servicios de seguridad se vieron obligados a intervenir para levantar el bloqueo del puerto y permitir la vuelta a la normalidad del tráfico marítimo”.
Marruecos es "un Estado apegado firmemente a los derechos humanos y a la democracia", subrayó Naciri antes de advertir que esto "no significa en ningún caso que se pueda dejar que la anarquía se instale".
Cifras oficiales y no oficiales sobre los disturbios
En un contexto tan delicado y tenso como las manifestaciones sociales, las cifras de heridos y posibles muertos sigue siendo un aspecto difícil de determinar, incluso ya pasados unos días para ver si se afianzaban las informaciones de una y otra posición.
Marruecos exigió ayer, por voz de su ministro de Comunicación, Jalid Naciri, excusas a la cadena de televisión "Al Yazira" por el tratamiento "inapropiado" y "superficial" de los últimos incidentes de Sidi Ifni (sur), ya que esta cadena-que hace unos meses fue “invitada” a dejar su sede de Marruecos-informó que entre 6 y 10 personas habían perdido la vida en los incidentes del pasado fin de semana en Sidi Ifni, cosa que el Gobierno ha desmentido categóricamente.
Según indicó Naciri, "hay un tratamiento profesional completamente inapropiado y superficial de los incidentes de Sidi Ifni" , ya que "Al Yazira ha sido informada de que no había muertos en estos incidentes”.
Añadió que a pesar de haber sido informada, esta cadena "hizo caso omiso de la información que se le había sido comunicada" acudiendo al ministerio de Interior para obtener confirmación de la existencia de casos de muerte, cosa que le ha sido comunicada por algunas personas por razones que la investigación determinará, subrayó.
Jalid Naciri, dijo a la agencia española EFE que "no hay ninguna decisión por el momento sobre el cierre de esa oficina en Rabat, pero hemos pedido que se excusen sobre la falsa información emitida por esa cadena".
Por su parte, el CDMH (Centro Marroquí de Derechos Humanos) afirmaba a la agencia AFP de que "habría entre uno y cinco muertos", información que desmintió el gobierno marroquí. Y es que, en teoría, "Al Yazira" informó de que esta organización de derechos humanos marroquí aseguraba la existencia de muertos, mientras que el gobierno lo rechaza rotundamente. El ministro marroquí ha añadido que "ésta es nuestra postura actualmente a la espera de una decisión de la Justicia".
Ya en 2005 la población sureña de Sidi Ifni fue protagonista de grandes manifestaciones para pedir soluciones a los problemas sociales y económicos de la ciudad. Un problema que no es exclusivo de esta localidad ni de Marruecos, sino que afecta a todo el Magreb.
De hecho, los violentos disturbios producidos en este país no fueron los únicos durante este fin de semana. También se han producido en Argelia y en Túnez; en donde los enfrentamientos con las fuerzas de seguridad, han dejado un muerto y numerosos heridos en Redeyef, ciudad rica en fosfatos.
No obstante, al margen de si hubo muertos o no, es evidente que Marruecos está en un momento más que delicado a nivel social, porque sus jóvenes reivindican el derecho al trabajo. Hay algo que está fallando. Es cierto que se está reduciendo el índice de paro en Marruecos. Según cifras oficiales, en 2007 se situó el paro en un 9,7 por ciento. Pero el problema es que cuatro de cada diez parados tienen menos de 25 años. Un Marruecos joven, de los cuales un gran número de ellos poseen títulos universitarios, con un inmenso potencial humano que no se está aprovechando.
(11/06/08)