Marruecos puede aprovechar su capacidad de exportación y aumentar la competitividad de su economía a través de reformas macroeconómicas y una asignación eficiente de los recursos en los sectores más dinámicos del comercio internacional, así lo explicó el martes 21 de mayo en Bruselas el economista jefe de la oficina el Banco Mundial en Rabat, Jean-Pierre Chauffour.
Las reformas macroeconómicas que deben llevarse a cabo en Marruecos se ciñen sobre todo al ámbito de las pensiones y a reducir la carga de dicha prestación, dijo Chauffour con motivo de la presentación de un informe del Banco Mundial sobre la integración económica en la región MENA (Oriente Medio y Norte de África). También señaló que hay que hacer un esfuerzo de consolidación presupuestaria debido a la “situación un poco difícil” de la economía marroquí actual.
Marruecos también podría acelerar las reformas ya en marcha y que se han diseñado para asignar recursos a los sectores más productivos y para promover un ambiente de competencia en el que los factores de producción logren optimizar sus resultados en los ámbitos en los que vayan a dar más rendimientos, añadió.
Chauffour destacó que Marruecos cuenta con una posición «relativamente privilegiada» en relación con otros países de la región a la hora de llevar a cabo reformas que le permitan beneficiarse del comercio internacional como motor del crecimiento. Explicó que Marruecos es uno de los pocos países cuya economía no se ha visto afectada por la primavera árabe y continuado recibiendo inversión extranjera directa, mientras otros han registrado una fuerte caída en el turismo y una disminución muy significativa en sus ingresos.
Además, indicó que los principales socios de Marruecos, incluida la UE, están dispuestos a apoyar las reformas del reino. Es el primer país con el que la UE inició negociaciones un acuerdo profundo y exhaustivo de libre comercio, lo cual es, a su juicio, una «señal muy positiva». La convergencia normativa entre Marruecos y la Unión Europea es muy importante, porque trabajar con un marco regulatorio unificado facilita el comercio y alienta a los europeos a invertir en Marruecos.