¿Cuándo y cómo nace vuestra Fundación y cuáles son los principales objetivos por los que trabajáis?
Metis es una fundación creada en 1999, que desarrolla proyectos innovadores, cuyos protagonistas son personas con dificultades, y lo hace en campos relacionados con el trabajo, el conocimiento, la inserción y la innovación. Metis combina gestión de proyectos y consultoría, teniendo en cuenta que el buen consultor es aquel que sabe transformar la experiencia en conocimiento. Estamos aprendiendo de los hechos, porqué en el trabajo para el cambio social pensamos que el conocimiento no es posible sin la experiencia. Operamos sobre el terreno, contrastando los conocimientos adquiridos con la realidad y enriqueciendo esta realidad con nuevos conocimientos. Y en este camino de ida y vuelta tratamos de colaborar con todos aquellos que comparten nuestras inquietudes. Trabajamos en red, buscando siempre entornos participativos y asociándonos con quien disponga de otros conocimientos y experiencias. Estamos abiertos siempre a cooperar y explorar nuevas fórmulas de colaboración e innovación social.
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¿Qué programa estáis llevando a cabo para favorecer la integración social y laboral de personas en riesgo de exclusión social?
El Servicio de Autoempleo y Apoyo al Emprendedor de la Fundación Metis se puso en marcha en octubre de 2003 con la colaboración de la Fundación Un Sol Món de Caixa Catalunya debido al reconocido prestigio y experiencia de dicha entidad en este ámbito. Nuestro objetivo era ofrecer un servicio integral de orientación y apoyo personal, asesoramiento y acompañamiento personalizado a emprendedores en situación de riesgo de exclusión social. Creíamos que era fundamental ofrecer un servicio de proximidad en diferentes barrios de ciudades catalanas que mostraran una serie de problemáticas sociales.
Consideramos que hay que realizar siempre una investigación previa del entorno sobre el que se quiere actuar a través del trabajo de campo para acercarse al perfil de los usuarios de la zona, saber de sus carencias y necesidades, y de este modo poder ser más eficaces.
En este tiempo hemos conseguido consolidar una red proveedora informal y sólida de usuarios a través de locutorios, peluquerías, pequeñas asociaciones… huyendo de las grandes entidades a las que consideramos no llegaba el perfil que estábamos buscando. Personalmente pienso que hay que pulsar constantemente el terreno pues lo formal no acaba de funcionar.
Otro reto importante que teníamos al observar otras entidades que ya trabajaban en este ámbito era el de simplificar mucho más la metodología de trabajo existente para que fuera mucho más rápida, directa y flexible. Nos hemos dado cuenta que en este proceso resulta fundamental la primera entrevista personal para saber si el usuario tiene perfil de emprendedor, si su proyecto es viable y si te puedes fiar de él. Es algo que sólo se puede aprender con la experiencia.
Nuestro proceso de atención consta de 3 fases: 1) Información para la obtención de un microcrèdito de la Fundación Un Sol Món de Caixa Catalunya. 2) Apoyo personal y acompañamiento personalizado en la elaboración del plan de empresa. 3) Una vez aprobado el microcrédito se realiza un seguimiento del negocio o lugar de trabajo.
Por el momento hemos ayudado a poner en marcha más de 75 negocios de forma exitosa. La media de los microcréditos concedidos ha sido de 18000 euros a devolver en 4 años.
Además para mejorar la capacitación de los usuarios hemos realizado clases formativas, hemos diseñado herramientas didácticas y hemos creado redes de autoayuda.
Principalmente trabajáis con personas inmigrantes o en riesgo de exclusión social ¿Cuáles crees que son las dificultades añadidas a la hora de intervenir como profesionales de la orientación con este tipo de colectivos?
Nuestro servicio está abierto a atender a cualquier persona que sufra exclusión social. Sin embargo, son principalmente los inmigrantes los que han copado nuestro servicio. Esto es debido a que la inmigración cuenta con un perfil que se adapta muy bien a los programas de autoempleo. Los inmigrantes son personas emprendedoras con su propia vida, directas y a la búsqueda de una nueva vida. Es gente que quiere empezar bien en nuestro país, no sé la quieren jugar y perder lo que tanto les ha costado, llegar hasta aquí. Desde dicha honradez y con sus ganas de trabajar cuestionan el dogma financiero de no prestar a la gente que no tiene. Sin duda programas de este tipo son una eficaz herramienta de integración directa de estas personas y una muestra de que la inmigración más allá de ser sólo un problema es una oportunidad para nuestra sociedad.
(www.fundacionmetis.org)
(22/02/06)