Sin embargo, mucho más escasas son las aportaciones doctrinales acerca de un fenómeno que, en el ámbito de las relaciones internacionales y como consecuencia del intenso proceso de internacionalización que se observa en todos los ámbitos de la vida social, está conociendo un desarrollo creciente desde la finalización de la segunda gue-rra mundial. Nos referimos a ese entramado de relaciones de naturaleza institucional, pero de establecimiento informal, que vincula por cauces diversos a los parlamentos de distintos países y a sus miembros, y que se ha venido en denominar «diplomacia parla-mentaria», fenómeno que también se extiende a las actividades de los Parlamentos autonómicos españoles.
Ello demuestra que las instituciones representativas aún gozan de capacidad de adaptación y que están llamadas a jugar un papel de enorme trascendencia en ámbitos que antes les estaban vedados.
El hecho de que al término «diplomacia» se le tenga que añadir el calificativo de «parlamentaria» denota bien a las claras que constituye una manifestación sectorial, complementaria, del ejercicio de la función diplomática que corresponde naturalmente a los gobiernos de los estados y con la que no debe entrar en conflicto. Pero también denota la pretensión de los parlamentos de convertirse en actores legítimos en la escena internacional, de modo coordinado con sus ejecutivos respectivos, y de contribuir al fortale-cimiento de los valores democráticos y de los derechos humanos en todo el mundo.
Sirviéndose de este moderno instrumento de diplomacia, Marruecos viene favoreciendo desde hace algún tiempo todo tipo de encuentros institucionales con autoridades y responsables españoles con competencias políticas, tanto de carácter estatal como autonómico, para tratar de dar a conocer la nueva realidad que se advierte día a día en el país. Precisamente, ese es el contexto en el que debe situarse la visita que realizó a Marruecos, a finales del pasado mes de mayo, una delegación compuesta por el Presidente de la Asamblea Regional de Murcia, miembros de otros Parlamentos autonómicos y letrados parlamentarios, atendiendo una invitación cursada por el Presidente del Parlamento de Marruecos, Mustaphá Mansouri.
En el curso de dicha visita se tuvo ocasión de mantener un encuentro con varios Portavoces de los grupos parlamentarios mayoritarios de la Cámara y de esa forma conocer sus aspiraciones y experiencias políticas así como atisbar los desafíos a los que se enfrentan. De igual forma, la delegación pudo conocer la organización judicial de Marruecos y apreciar los esfuerzos que se han desarrollado para conseguir la modernización de la justicia y el incremento de la calidad de las resoluciones judiciales de la mano del Presidente del Tribunal Supremo, Driss Dahak.
Gracias a la invitación de su Presidente, Abdelaziz Benjelloun, se realizó una visita al Tribunal Constitucional marroquí que permitió a los políticos y juristas españoles tomar conocimiento de la naturaleza de dicho órgano, tan próxima a la del Consejo Constitucional francés, y conocer las competencias que le corresponden en su sistema jurídico.
Pero las actividades que se desarrollaron a lo largo del viaje no concluyeron ahí. De hecho, un encuentro con representantes destacados de la sociedad civil de Marruecos hizo posible conocer los esfuerzos que se están desplegando en materias como la lucha contra el terrorismo, el narcotráfico o la inmigración ilegal, el diseño de un estado regional, la potenciación de un Islam moderado de carácter tolerante y la consolidación del País vecino como un factor de estabilidad en el Mediterráneo.
Por último, un encuentro con profesores y estudiantes de la Universidad de Settat propició la celebración de un coloquio acerca de cuestiones relevantes de los derechos constitucionales de España y de Marruecos.
La pluralidad de las opciones políticas que representan los agentes de este nuevo instrumento de cooperación internacional, los parlamentarios, y la ausencia de grandes formalismos en su ejecución pueden convertir a la diplomacia parlamentaria en un instrumento de extraordinaria relevancia para dinamizar las relaciones bilaterales entre los diferentes estados. Este ejemplo nos ha permitido atisbar las enormes posibilidades de actuación de los parlamentos en este ámbito.
Mohamed El Manira y Carlos Montaner Salas
MOHAMED EL MANIRA
Abogado de los Ilustres Colegios de Rabat y Murcia.
Despacho profesional en Rabat y Murcia- Azure Consulting.
Organizador y ponente en conferencias y seminarios relacionados con España y Marruecos, dentro de aspectos jurídicos, políticos y económicos
CARLOS MONTANER SALAS
Letrado del Parlamento de la Región de Murcia
Profesor de Derecho Constitucional de la Universidad de Murcia.
Organizador y ponente en conferencias y seminarios relacionados con España y Marruecos, dentro de aspectos jurídicos, políticos y económicos.
Articulo cedido por los autores a Marruecos Digital, también publicado por “La Opinión” en Murcia.
(10/09/08)