Tal cual. A muchos deja estas declaraciones, con la boca abierta, a otros con sonrisa en los labios. Lo cierto es que con estas declaraciones personales del representante de Naciones Unidades sobre el conflicto del Sáhara Occidental, el debate de las negociaciones entra en una crisis.
Esta declaración personal de Van Walsum, presentada en un informe el pasado lunes al Consejo de Seguridad de la ONU, provocó que el Frente Polisario se cuestionara su futuro como mediador del diálogo que la ONU auspicia desde 2007 y obligó al secretario general de Naciones Unidas, Ban Ki-moon, a desmarcarse de su enviado especial. "El señor Van Walsum actuó de acuerdo a su papel de facilitador y cuenta con cierto margen de maniobra para ofrecer sus opiniones", dijo hoy la portavoz de la ONU, Michele Montás. Sin embargo, "el secretario general no comparte todas sus observaciones", agregó.
Cabe recordar que hace una semana, Ban Ki-moon emitió un informe al Consejo de Seguridad en el que recomendaba que se presionara a ambas partes, Marruecos y el Frente Polisario, a que negociaran la “sustancia del conflicto”. Pero en este informe no se aludía en ningún momento a que la opción de independencia fuese una meta inalcanzable o no realista.
El representante del Polisario ante Naciones Unidas, Ahmed Bujari, dijo a la agencia española Efe que la "imparcialidad del mediador ha quedado comprometida" por la divulgación de su opinión personal y puede afectar a la organización de una quinta ronda de negociaciones.
Hasta el momento se han sucedido cuatro rondas de negociaciones desde el mes de junio pasado, sin que se haya producido ningún avance significativo en el debate entre las delegaciones de Marruecos y el Frente Polisario. La última, celebrada en marzo de 2008, dejó en el aire la posibilidad de una quinta ronda; pero estas declaraciones de Van Walsum, por muy personales que fuesen, han dejado más aún si cabe en la incertidumbre la posible quinta cita.
Para concretar más la información sobre las declaraciones, hay que decir que Van Walsum aseguró que hay que aceptar "la realidad política" de que no hay suficiente presión internacional sobre Marruecos para que acepte la posibilidad de ceder el control del territorio que ocupa desde 1975.
De ahí que indicara que se ha de equilibrar la legalidad internacional con la realidad política de la ocupación marroquí y que, aceptar los hechos, "no implica una rendición".
¿La ONU dividida en dos?
Lo que más sorprende a la opinión pública es que el secretario general de la ONU, Ban Ki-Moon, no comparta la opinión de su enviado especial, Van Walsum, quien hasta ahora había mantenido un estricto silencio, o declaraciones diplomáticas, además de pesimistas, en sus visitas a la región del conflicto o tras las rondas de negociaciones.
Y es que para Van Walsum, las actuales circunstancias del proceso de negociación emprendido por Marruecos y el Frente Polisario en junio de 2007 bajo el auspicio de la ONU "no lleva a ninguna parte".
Esta postura del enviado especial para el Sáhara, deja además en el aire la pregunta de si esta declaración “bomba” tiene detrás la intención de respaldar a los miembros del Consejo de Seguridad más cercanos a Marruecos, como puede ser Francia o EE.UU.
De hecho, ya en julio de 2007 se pudo saber que Washington apoyaba públicamente el “plan de autonomía” marroquí como una solución "creíble" que respeta el derecho de autodeterminación.
Por otro lado, el presidente de turno del Consejo de Seguridad de la ONU, el embajador sudafricano Dumisani Kumalo, aseguró a la prensa que, independientemente de la opinión de Van Walsum, lo que tendrá en cuenta será el informe del Secretario General, Ban Ki-Moon, para elaborar la nueva resolución de Naciones Unidas sobre este conflicto de más de 32 años.
Según recoge la agencia Sahara Press Service, Dumisani Kumalo ha dicho “estar extrañado” por estas declaraciones, y añadió que "si vamos por ese camino, deberíamos decirle también a los palestinos que renuncien a tener su estado”.
Desde el otro lado, la agencia marroquí MAP informa que Van Walsum, en una alusión clara a la implicación directa de Argelia en el conflicto del Sahara, atribuye la “persistencia del impasse” al hecho de que numerosos países encuentran bastante cómodo el statu quo puesto que "les ahorra la obligación de hacer opciones dolorosas, como tomar partido a favor de Argelia o Marruecos".
Propuestas de desbloqueo
Para desbloquear la situación, Walsum sugiere al Consejo de seguridad retirar con “caractar provisional (por ejemplo para seis a nueve meses), retirar del orden del día de las negociaciones las dos propuestas", y de negociar, esta vez realmente, sin condiciones previas, pero sobre "la base de la hipótesis provisional de que no habrá un referéndum con la independencia como opción, y que por lo tanto, la salida será forzosamente por debajo de la independencia total".
Una afirmación que se contradice, puesto que el Frente Polisario propone celebrar un referendum de autodeterminación en el que se vote si se quiere autonomía bajo soberanía de Marruecos (la única opción marroquí) o si se quiere independencia como país.
Por otro lado, Van Walsum añadió que el Consejo “podría anunciar su intención de evaluar el proceso al final de este período de prueba". "Si, en ese momento, (el Consejo) percibe los contornos de una posible solución política, puede decidir prolongar el período de prueba, si no, el statu quo así como las posiciones incompatibles de las partes se volverán de facto", destacó.
Con este contexto más tenso que nunca que implica ahora a los políticos de la ONU y sus respectivos países, se prevé que los quince miembros de Naciones Unidas se reúnan el 29 de abril; es decir el martes que viene, para aprobar una resolución relativa a la prolongación del mandato de la MINURSO.
(23/04/08)