Los embajadores de Marruecos en España, Omar Azziman, y de España en Marruecos, Luis Planas, coinciden en el buen momento que atraviesan las relaciones bilaterales, traducido en una cooperación política, económica y cultural.
Relaciones España-Marruecos
En la última década las relaciones entre España y Marruecos han vivido momentos muy distintos. ¿Qué balance hacen del primer año y medio de gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero ?
[img align=left]https://www.marruecosdigital.info/xoops/uploads/personajes-omarazziman.jpg[/img]
omar azziman: Muy positivo. En poco tiempo, las relaciones bilaterales pasaron de un momento de tensiones y malentendidos a otro de entendimiento y confianza. Se trata de un gran avance que tenemos que consolidar para hacer de la sensatez una opción irreversible y para proteger nuestro futuro de las vicisitudes y de la intemperie. Por ello, debemos lograr que las opiniones públicas se involucren, sin reservas, en este proceso que beneficia a ambas naciones a corto, medio y largo plazo. La apuesta por el buen sentido, con la mirada en el futuro y el destino común, deben prevalecer sobre los recelos, los tópicos que nos condenan a ser los eternos rehenes del pasado.
[img align=right]https://www.marruecosdigital.info/xoops/uploads/personajes-luisplanas.jpg[/img]
luis planas: En mi opinión, el mayor logro del último año y medio es el de la restauración de la confianza mutua. Por circunstancias que están en la mente de todos, el pulso de nuestras relaciones bilaterales se había tornado demasiado débil en el periodo inmediatamente anterior. Entre dos vecinos y amigos eso no es bueno. Creo que el último año y medio se ha recuperado el diálogo a todos los niveles, con logros evidentes en diversos campos y con la voluntad expresa por ambas partes, de sellar una alianza estratégica entre nuestros países. Tres muestras de ello: la multiplicación de intercambios económicos e inversiones; la lucha coordinada contra la emigración ilegal; o la conclusión del nuevo acuerdo de pesca Marruecos-Unión Europea (UE) que beneficiará sustancialmente a la flota artesanal española.
Entre los gestos de acercamiento de los dos países destaca la visita de los Reyes de España a Marruecos en enero de 2005 y la Reunión de Alto Nivel (RAN) celebrada en octubre de este año. Desde entonces muchos proyectos comunes han resucitado y otros se han puesto en marcha. ¿Qué valoración les merece el viaje de los Reyes? ¿Qué otros proyectos deben impulsarse?
o.a.: Cada una de las visitas reales tuvo su gran alcance. La que realizaron los Reyes de España a Marruecos ha servido para pasar página, inaugurar una nueva etapa, poner en marcha grandes proyectos y respaldar las grandes reformas que se están llevando a cabo en Marruecos. La visita del rey de Marruecos y del príncipe Mulay Rachid a Madrid en marzo debía dejar claro que en la lucha contra el terrorismo, España y Marruecos se sitúan del mismo lado, defienden los mismos valores y los mismos logros democráticos, frente a todos aquellos que nos quieren devolver a tiempos remotos.
l.pl.: Creo que el viaje de Estado de los Reyes a Marruecos constituye sin duda, el hito mayor de este periodo. Simboliza la proximidad de ambas casas reales pero, sobre todo, es la expresión del acercamiento de los pueblos. Cada una de sus tres jornadas –Marraquech, Rabat y Tánger–, constituyeron en sí un símbolo. Y los asuntos abordados: políticos, económicos y culturales cubrieron la práctica totalidad de dominios de interés común. Destacan dos asuntos de largo alcance: el enlace fijo del Estrecho y la Universidad de los Dos Reyes.
La última RAN se celebró en un momento en que las relaciones hispano-marroquíes se enfrentaban a una situación muy delicada por los acontecimientos en Ceuta y Melilla. A pesar de ello, ¿en qué aspectos consideran que se ha avanzado?
o.a.: La RAN vino a culminar numerosos encuentros políticos y de cooperación sectorial entre ambas partes. Varios logros de sumo interés se han alcanzado en esta ocasión, destacando la voluntad de ambas partes de consolidar su cooperación en materia judicial y de seguridad, de lucha antiterrorista y contra el crimen organizado y de darle un nuevo aliento a la cooperación relacionada con la cuestión de las migraciones. En materia educativa, es necesario subrayar, además de la ampliación de la enseñanza de la lengua española, la importancia de la creación de un segundo centro educativo español en Rabat y, sobre todo, la creación de la Universidad de los Dos Reyes.
l.p.: Es cierto que la cooperación ha mejorado sustancialmente. En el campo político, con un contacto permanente entre los departamentos ministeriales homólogos y la realización de acciones comunes. Un ejemplo: la misión de mantenimiento de la paz en Haití bajo el paraguas de Naciones Unidas, que llevan a cabo las fuerzas armadas de España y Marruecos. Ciertamente en el campo económico, con un incremento notable de las inversiones, de las que es un excelente ejemplo la obtención de la segunda licencia de telefonía fija, amén de los nuevos proyectos industriales o energéticos. Y ciertamente en el cultural, con un interés redoblado por el conocimiento del español y de nuestra cultura. Inclusive, los acontecimientos provocados por las avalanchas masivas de emigrantes ilegales han podido superarse gracias al trabajo coordinado de ambos países. De otro modo, hubiera sido muy difícil hacerlo.
Una de las prioridades en este momento para los dos países es solucionar el flujo de inmigrantes subsaharianos que intentan entrar en España a través de Ceuta y Melilla. ¿Cómo se puede lograr ser efectivo en el control de fronteras y a la vez respetar la dignidad y los derechos de las personas?
l.p.: El drama humano vivido en Ceuta y Melilla por los intentos de entrada masiva de emigrantes ilegales subsaharianos no es imputable ni a Marruecos ni a España. Es un problema más amplio que implica a África y a Europa de forma genérica, y a los países de origen, tránsito y destino de forma concreta. Sólo se puede atacar el problema desde la raíz, esto es combatiendo la pobreza, la marginación y la falta de perspectivas de la población de un buen número de países subsaharianos, lo que implica incrementar los esfuerzos de ayuda al desarrollo. De igual modo, proseguir el trabajo de desarticulación de las redes y mafias que se aprovechan de estas personas. Y, por último, llevar a cabo un control efectivo de las fronteras que no significa su cierre, sino la ordenación controlada de las migraciones, un instrumento para asegurar el respeto de la dignidad de las personas y su integración en la sociedad.
o.a.: La cuestión es compleja y no creo que exista ninguna receta mágica que pueda lograr milagros. No obstante, la experiencia nos lleva a tomar en cuenta algunas consideraciones previas. Como el tema se vive con preocupación y con pasión y es a menudo motivo de confrontaciones políticas y partidistas, lo primero que debemos hacer es extraer la cuestión migratoria de los acontecimientos –el fenómeno no es coyuntural–, huir del temor y del miedo –no son aconsejables– y tener mucho cuidado con las confusiones y amalgamas. Es necesaria mucha serenidad. También requiere un gran esfuerzo “pedagógico” para comprender y explicar que se trata de un fenómeno social global muy complejo, de dimensión mundial, que está estrechamente relacionado con la globalización económica, las reglas de juego que rigen la economía mundial y la creciente interdependencia. Por tanto, hay que reconocer que la dimensión securitaria ya ha mostrado sus límites para ser sustituida definitivamente por un planteamiento global.
Otro de los principales asuntos en los que es necesaria la cooperación, policial y judicial, es la lucha contra el terrorismo sobre todo después de los atentados de Casablanca y Madrid. ¿Cómo creen que puede reforzarse esa cooperación policial y judicial?
o.a.En la lucha contra el terrorismo, Marruecos y España están claramente en el mismo lado y luchan con igual determinación y firmeza por la misma causa mediante una cooperación ejemplar. Una cooperación intensa y fluida entre los servicios de inteligencia. Una cooperación avanzada entre servicios policiales con agentes de enlace establecidos en Marruecos y España. Una cooperación de alto nivel entre las instituciones judiciales que se hacen cargo de la lucha contra el terrorismo con un juez de enlace marroquí en Madrid y otro español en Rabat.
l.p.: Como ha dicho el embajador Azziman, desde hace unos meses, disponemos de magistrados de enlace en Madrid y Rabat que están permitiendo incrementar el volumen y la efectividad de nuestra acción en la lucha contra la criminalidad organizada. La acción policial se coordina de forma regular en todos los campos, desde los más próximos a la protección civil, como la operación Paso del Estrecho, hasta los relativos a la lucha antiterrorista.
La imagen del Otro
2006 sera “El Año de Marruecos en España”, como continuación del “Año de España en Marruecos”: ¿Qué actividades pondrán en marcha para dar a conocer el país? ¿Cómo implicar a los ciudadanos en esta operación?
l.p.: Por el lado español, en 2005 hemos llevado a cabo más de 200 actos en todo Marruecos, en lo que se ha llamado el “Año de España en Marruecos”. En 2006 pretendemos que sea Marruecos quien ocupe la escena española para darse a conocer en su realidad actual, abarcando todos los aspectos de su vida social y cultural. A pesar de los medios de comunicación modernos, ese déficit de conocimiento existe, lo que es chocante en dos países situados tan cerca. Más de medio millón de marroquíes residen en España, en torno a 350.000 españoles visitan Marruecos cada año y a pesar de ello, hace falta un esfuerzo de conocimiento y de superación de clichés.
o.a.: Para nosotros, el “Año de Marruecos en España” es una gran apuesta y un gran reto. Somos concientes de que la imagen de Marruecos en España no es buena, pero esa imagen negativa no refleja la realidad, no es más que una caricatura. El “Año de Marruecos en España” se propone abordar este delicado problema de desconocimiento, fruto de un legado histórico complejo y de numerosos tópicos y prejuicios. No se trata de reescribir la historia –aunque tampoco vendría mal corregir lo desnaturalizado– sino de dar a conocer la realidad de Marruecos tal como es: un país que lucha contra las taras y las tachas del subdesarrollo, que avanza por el sendero de la democratización y modernización de la sociedad y del Estado de Derecho, un país cada vez más abierto y anclado en Europa, un socio serio e indispensable para España y para el espacio euromediterráneo.
En una conferencia pronunciada en España, el embajador Azziman hablaba del “Marruecos que se mueve, que cambia, que avanza…” ¿Qué rasgos destacarían?
o.a.: Sí, así fue. Tuvo lugar durante una sesión extraordinaria de la Real Academia de Ciencias Económicas y Financieras y de la Real Academia de Marruecos. Mi propósito era dar a conocer “la cara desconocida de Marruecos” en España y los cambios significativos que se han producido en el ámbito de los derechos humanos. Tuve la oportunidad de hablar del trabajo de rehabilitación de las víctimas de violaciones de los derechos humanos, de investigación sobre lo ocurrido y de reconciliación. También pude hablar de las importantes medidas de promoción de la cultura democrática a través del sistema educativo y de la nueva dinámica de la sociedad civil… El objetivo era mostrar a través de reformas institucionales y legislativas, de políticas concretas y de actuaciones de la sociedad civil, cómo Marruecos se empeña en avanzar hacia la democracia, la modernización de la sociedad y del islam.
l.p.: Para mí el rasgo más sobresaliente es el ansia de participación. Los propios ciudadanos son los más interesados en la evolución de la vida democrática del país. Y junto a ello, el papel de la mujer. Con estadísticas en la mano, aún con menor presencia en el trabajo o en la vida social, pero con una evolución positiva y dinámica cada vez más importante, de la que es reflejo la reforma del Código de la Familia.
Partenariado euromediterráneo
Este año se cumplen 10 años del Proceso de Barcelona. ¿Podrían hacernos un balance de estos años y plantear los principales retos futuros, desde cada uno de sus puntos de vistas, orilla norte y sur del Mediterráneo?
o.a.: La Cumbre de Barcelona de 1995 es percibida como un momento histórico de gran esperanza e ilusion. En algunos ámbitos –de los cuales el económico– se han logrado buenos resultados pero los objectivos políticos siguen siendo de gran actualidad. La voluntad política no ha estado a la altura, la UE estuvo mirando más al Este que al Sur, la situación en Oriente Próximo se ha complicado y la desigualdad de desarrollo amenaza cada vez más la región.
Por ello, la cumbre de Barcelona adquiere una gran relevancia.
l.p.: Vista desde el norte, la Cumbre de Barcelona 10 años después, es la de la confirmación, de que una estrategia era necesaria en el Mediterráneo y de que debía reflejar un compromiso de acción y de solidaridad del Norte con el Sur. Se trata ahora de ampliar esa cooperación política, económica y cultural a nuevos ámbitos, como el judicial o las migraciones. Comprendo que desde el Sur la visión sea un poco más crítica, posiblemente porque las expectativas eran superiores. La ampliación de la UE se ha visto como un desvío de la atención hacia otros lugares. Ahora se presenta una oportunidad de demostrar que no es así y que el compromiso europeo con el desarrollo del sur del Mediterráneo sigue vivo.
La integración de los países del Magreb se ha identificado como un elemento esencial del partenariado euromediterráneo. ¿Creen que esta nueva etapa del partenariado puede contribuir a lograr una salida al conflicto del Sáhara Occidental y, en consecuencia, una revitalización de la Unión del Magreb Arabe (UMA)?
o.a.: El conflicto del Sáhara está en manos de la ONU que se empeña en la búsqueda de una solución política consensuada entre todas las partes dentro del marco de soberanía de Marruecos. En esta dirección, países amigos del Magreb como Francia y España pueden desempeñar, y de hecho lo hacen, un papel importante.
Ahora bien, la construcción del Magreb está condicionada a la solución del conflicto del Sáhara, que pasa inevitablemente por un diálogo directo y constructivo entre Marruecos y Argelia.
l.p.: Ojalá sea así. El cierre de fronteras entre Argelia y Marruecos no es ciertamente compatible con la integración regional que constituye la fuente de inspiración del Proceso de Barcelona. Por eso, todos los avances bilaterales que puedan darse deben ser bienvenidos. Ello contribuirá igualmente a una solución política justa y aceptable para las partes sobre el Sahara, sin la cual no es concebible el progreso sustantivo en la integración del Magreb.
El 27 de noviembre se ha celebrado la Cumbre de Mallorca como primer paso para la puesta en marcha del proyecto de Alianza de Civilizaciones propuesto por Zapatero y asumido por las Naciones Unidas. En su opinión, ¿qué ámbitos debería afectar directamente la propuesta y cómo puede contribuir a reforzar las relaciones entre España y Marruecos?
l.p.: La propuesta de la Alianza de Civilizaciones es en el fondo una voluntad del diálogo y de comprensión mutuas. Marruecos la ha apoyado desde el principio y no es casual. La voluntad reformista de Mohamed VI implica buena parte de los supuestos de base de la propuesta. Por ejemplo, que democracia e islam no son incompatibles; o que el respeto a las tradiciones no puede poner en tela de juicio la igualdad entre la mujer y el hombre.
o.a.: Sí es cierto, Marruecos ha apoyado la iniciativa de la Alianza de Civilizaciones desde el principio, considerándola un acto valiente y una respuesta inteligente a la tesis del choque de civilizaciones. Siempre hemos apoyado las iniciativas de diálogo entre culturas y religiones. El diálogo que supone la Alianza de Civilizaciones constituye una respuesta a los males que afectan al mundo moderno.
Para el caso de las relaciones entre Marruecos y España, este proyecto adquiere un simbolismo especial en la medida en que nadie mejor que nosotros –marroquíes y españoles– sabemos que los momentos más gloriosos de nuestra historia común han sido de amistad, convivencia y complicidad entre musulmanes, cristianos y judíos. .
Debate entre Omar Azziman y Luis Planas moderado por Andreu Claret y Darío Valcárcel
(Entrevista completa en Afkar/Ideas, www.afkar-ideas.com, 26/01/06)