La primera ciudad que han visitado los monarcas españoles ha sido Ceuta, en donde han recibido la llave de oro de la ciudad. En el discurso ofrecido este mediodía, el rey Juan Carlos I , acompañado por la reina Sofía y la Ministra de Administraciones Públicas, Elena Salgado, afirmó que visitar la ciudad de Ceuta era un “compromiso pendiente” que no podía dejar pasar más tiempo, al tiempo que añadió tras el recorrido a la localidad que era una “urbe moderna que ha sabido crecer y prosperar en el marco de pluralismo y democracia que define a España”.
El monarca señaló que Ceuta es una ciudad de “historia y cultura centenarias, marcada por un armónico espíritu de integración y convivencia, que mira al futuro con la confianza y el respaldo de todos, con una juventud cada vez mejor formada”, a lo que añadió que aún sin haberla visitado antes, ha estado “en permanente contacto” con las autoridades ceutíes para saber sobre su evolución, “principales ilusiones, dificultades y transformaciones”.
En su discurso mencionó la “profunda transformación” de España como “Estado democrático, próspero y moderno, en torno a los principales valores de la Constitución”, en la que las ciudades de Ceuta y Melilla son partícipes.
Como cierre, Juan Carlos I manifestó su “profundo agradecimiento” por la acogida, al tiempo que enfatizó sobre su “satisfacción y alegría” por visitar la “luminosa y muy querida ciudad de Ceuta”; a la que declaró otorgar el “firme respaldo y permanente aliento de la Corona”.
Desde el anuncio de la visita de los monarcas españoles a las localidades de Ceuta y Melilla, las autoridades y población de ambas localidades han trabajado para engalanar las calles y revestirlas de símbolos españoles, con un furor nacionalista, que por un lado muestra el sentimiento de pertenencia español, y por otro, respondía al rechazo de Marruecos por dicha visita.
Esta visita se ha revestido de gran interés por parte de los medios internacionales, y no sólo españoles o marroquíes, llegando a estar acreditados medios no europeos como la cadena Al Jazira.
Para Marruecos es una “provocación inadmisible”
Nada más llegar al gobierno marroquí por parte del ministro español de Asuntos Exteriores y Cooperación, Miguel Ángel Moratinos, y de la prensa española, la noticia sobre la visita programada de los monarcas españoles a las ciudades españolas de Ceuta y Melilla, se han levantado alto y claro las señales de protesta y enfado de las autoridades de Marruecos.
Como consecuencia diplomática, se ha retirado por un tiempo indeterminado al embajador marroquí de Madrid, Omar Azziman; así como la suspensión de las próximas reuniones bilaterales de alto nivel.
“La programación de esta reunión no está en el orden del día en las circunstancias actuales, marcadas por la lamentable visita de Su Majestad el Rey de España, Juan Carlos I, a las ciudades expoliadas de Ceuta y Melilla”, se afirma en una declaración oficial ofrecida por la MAP.
Para el monarca Mohamed VI y el gobierno marroquí, Sebta y Melilia (Ceuta y Melilla) son ciudades “expoliadas” que pertenecen al reino de Marruecos, a pesar de que históricamente forman parte del reino español desde el siglo XVII, y no están declaradas como “territorios pendientes de descolonización” por la ONU, desde los años 60.
Como reacción del pueblo, en Tetuán se produjo ayer una manifestación en contra de la visita de los monarcas españoles a las ciudades que consideran como “marroquíes”. Según afirma la agencia marroquí MAP, la Asociación Marroquí para los Derechos Humanos (AMDH) y la Comisión Nacional para la Liberación de Ceuta y Melilla y de los Islotes Ocupados se manifestaron contra la visita que califican de “acto de provocación que ofende los sentimientos de los marroquíes”.
Para los convocantes a la manifestación, esta visita es un modo de “consagrar la ocupación de las dos ciudades marroquíes y de los otros enclaves”, según recoge la MAP.
Así que durante finales de la semana pasada hasta hoy lunes, las protestas y malestar marroquíes han ido en “crescendo”, alarmando a la opinión pública internacional. De un rechazo oficial el jueves, a la retirada del embajador el viernes, a las protestas en las calles de ciudades como Tetuán..
El gobierno de Zapatero confía en que no se alteren las “buenas relaciones”
Mucho ruido mediático causado por el malestar marroquí. Hablando en nombre de todos los marroquíes, el ministro de Comunicación y portavoz del Gobierno marroquí, Khalid Naciri, habló de “total rechazo y reprobación” respecto a esta visita oficial de los monarcas a las ciudades autónomas, a pesar del “respeto que tenemos por Su Majestad el Rey de España”.
No obstante, el presidente español, José Luis Rodríguez Zapatero, que ya visitó las ciudades españolas en 2006 (acontecimiento que no hicieron ni Calvo Sotelo, ni Felipe González, ni Jose María Aznar), declaró su confianza en que la visita no altere las “buenas” relaciones que existen con Marruecos.
En este sentido, el ministro de Asuntos Exteriores y Cooperación, Miguel Ángel Moratinos, espera que las buenas relaciones entre España y Marruecos propicien que se superen “las sensibilidades” provocadas en el país magrebí por la visita oficial de los monarcas españoles a estas dos ciudades españolas.
“Sobre Ceuta y Melilla, España y Marruecos tienen posiciones divergentes, pero en cualquier caso nosotros creemos como Gobierno español que el buen nivel que existe ahora mismo en las relaciones entre España y Marruecos nos va a permitir superar esas sensibilidades que pueden surgir a la hora de que este debate esté presente”, explicó Moratinos en rueda de prensa.
El ministro insistió en que se trata de una visita oficial y quiso restar importancia a la polémica levantada en Marruecos. “Esperamos que todo se desenvuelva de manera positiva y satisfactoria”, concluyó.
Por su parte, el ministro de Defensa español, José Antonio Alonso, insistió en que la visita de los Monarcas “no va contra nadie”, y espera que se “calmen” las actitudes marroquíes.
Por otro lado, el monarca Juan Carlos I en su discurso en Ceuta hacía una pequeña alusión indirecta a este malestar marroquí y al deseo de las autoridades españolas por que se supere, al recordar que España es “un país integrado en la Unión Europea que, desde el respeto mutuo, cultiva relaciones de sincera amistad con sus vecinos y de estrecha cooperación con el mundo entero”.
Sin embargo, la retirada del embajador marroquí de España, ha levantado la alarma mediática, que empieza a hablar de “crisis hispano-marroquí”.
Parece que cuando se trata de tensiones entre dos vecinos “condenados a entenderse”, todo se magnifica mucho más de lo que podría ser. Aunque la magnitud de la que algunos empiezan a llamar “crisis”, se observará en el tiempo en el que el embajador marroquí esté fuera de España.
Junto a esta visita, tampoco ha ayudado mucho que el juez español Baltasar Garzón haya abierto una investigación sobre los “presuntos genocidios y torturas” protagonizados por autoridades marroquíes contra más de 500 saharauis, tras la “Marcha Verde” que planeó Hassan II para anexionarse el Sáhara Occidental durante los últimos días del franquismo en España, en 1975. Una fecha que, precisamente mañana, cumple 32 años.
En este sentido, el representante del Frente Polisario en España, Brahim Gali, consideró que Rabat “se ha acostumbrado a chantajear” a España con escaladas de tensión.
Posturas extremas
Uno de los discursos más extremos y rotundos sobre la visitas de los monarcas españoles a Ceuta y Melilla ha sido el de Abdelila Benkiran, uno de los dirigentes del partido islamista Justicia y Desarrollo (PJD), que declaraba a un programa radiofónico que se trata de una "provocación” pues que “las dos ciudades son históricamente marroquíes".
Igualmente señaló que Marruecos tiene el derecho, en caso de necesidad, de "recurrir especialmente a la ONU y al Tribunal Internacional de Justicia (TIJ), para recuperar las dos ciudades ocupadas", a lo que añadió la pregunta “¿Por qué no otra ‘Marcha verde’?".
Otra declaración hostil fue la del senador alauí Yahia Yahia, quien amenazó defender Ceuta y Melilla “hasta la última gota de sangre”; a lo que Juan José Imbroda, presidente de Melilla, lo definió de “impresentable”.
Por otro lado, como cabía esperar, el número dos de Al Qaeda, Ayman Al-Zawahiri, realizó en el fin de semana un nuevo llamamiento, a través de Internet, a los musulmanes del Magreb para reactivar la yihad (guerra santa) contra los intereses de Estados Unidos, Francia y España en los países de África del norte. En este sentido, Ceuta y Melilla son motivo de “guerra” y “yihad global”.
No obstante, al margen de las posturas extremas, el malestar marroquí parece haberse sobredimensionado por la cobertura mediática de este fin de semana. Aunque bien es cierto que es la primera vista de los monarcas españoles a estas dos localidades en el norte de África, objeto de disputa y desavenencias entre España y Marruecos.
Habrá que esperar las reacciones posteriores a esta visita por parte de ambos países, pero poco apunta a que las relaciones se rompan, ya que a nivel económico y de seguridad, interesa seguir fomentando las buenas relaciones que experimentan España y Marruecos desde hace unos años.
PTZ
(05/11/07)