La administración penitenciaria confirmó que se había producido la evasión después del registro cotidiano por parte de los vigilantes; descubriendo que huyeron de la prisión de Kenitra (a 40 km de Rabat) mediante un túnel excavado. Suena a escena mítica de película cinematográfica, pero se ha convertido en una realidad precisamente en la prisión más grande de Marruecos.
Dos de los huidos están condenados a la pena capital; otros cuatro, a cadena perpetua, y los tres restantes, a penas de 20 años de prisión.
Ya hubo varios intentos de fuga en esta misma cárcel, pero hasta ahora (desde 1955) no se había conseguido evadir las “fuertes” medidas de seguridad y las dos murallas gigantescas que lo rodean.
La última fuga en esa cárcel se produjo el año pasado por parte de Mohamed Uazani, alias el Nene y originario de Ceuta, que cumplía ocho años de prisión por tráfico de drogas. En esa operación, ocho vigilantes fueron acusados de complicidad y condenados a penas de entre dos y cuatro años de prisión.
La evasión más importante desde la cárcel de Kenitra se produjo en 1955 por parte de un grupo de resistentes marroquíes contra la colonización francesa. Desde esa época, ninguna otra fuga colectiva se había saldado con éxito.
Con la huída con éxito de estos nueve terroristas, no sólo se pone en tela de juicio la eficacia de las cárceles, sino que flota en el aire interrogantes sobre cómo han podido salir tan fácilmente de ésta y si ha habido una preparación o ayuda externa.
Los presos fugados no son presos cualquiera, sino terroristas vinculados a los atentados de mayo del 2003 en la Casa de España y otros lugares de Casablanca en donde murieron 45 personas y más de 100 resultaron heridas.
En un comunicado citado por la agencia de prensa marroquí MAP, el ministerio precisa que “la evasión fue constatada el lunes por la administración penitenciaria y se activaron todos los dispositivos para encontrarles lo antes posible y determinar las responsabilidades”.
Según informa Ignacio Cembrero, periodista de “El País”, la evasión se produjo de noche y sólo el martes a mediodía la Gendarmería erigió controles para tratar de atraparlos.
En sus celdas dejaron una carta, según reveló Mouhtad, en la que "denuncian la injusticia que padecían". “Hemos intentado todos los recursos legales y golpeado todas las puertas, pero ha sido en vano", aseguran los reos fugados en la misiva. "Sólo nos quedaba esta iniciativa para recuperar la libertad", prosiguen. "No haremos daño a nadie, pero estamos felices de recobrar nuestra querida libertad". "Asumimos nuestros actos y no hay que buscar complicidades entre los demás prisioneros ni en el seno de la administración penitenciaria".
Los demás reos islamistas, unos 900 en todo el país, efectuaron precisamente esta semana una huelga de hambre de un día en protesta por las condiciones de su encarcelamiento.
Habrá que esperar a las próximas declaraciones oficiales del gobierno marroquí respecto a esta huída sin precedentes en Marruecos.
(12/04/08)