Esta medida es voluntaria, ya que el incentivo que ofrece el gobierno español es que los inmigrantes que acepten volver a su país podrán cobrar en dos pagos los subsidios de desempleo que haya acumulado.
Sin embargo, de acuerdo con los nuevos cálculos del gobierno, la medida sólo sería atractiva para un 15 ó 20 por ciento de los inmigrantes desocupados.
En la primera fase, que se cobrará en España, los inmigrantes recibirán el 40 por ciento de la prestación por desempleo, y ya en el país de origen recibirán el restante 60 por ciento, según explicó Corbacho en entrevista con la radio Cadena Ser.
Como contrapartida, el inmigrante deberá renunciar a las autorizaciones de trabajo y residencia en España de las que la persona fuera titular obligándola a no retornar en un plazo de tres años.
Por otro lado, el ejecutivo español planea endurecer la normativa de reagrupamiento familiar a través de una reforma de la ley de Extranjería, que se aprobaría a final de año, y que consiste en excluir del núcleo familiar con derecho a reagrupación a los ascendientes de los extranjeros, es decir, padres o suegros, según informa la agencia Efe.
Una vez regresado al país de origen, si el inmigrante desea volver a España, el gobierno ha afirmado que “ocupará un lugar preferente para futuras contrataciones en origen, aunque esto sería recién a partir de los cinco años”, afirmó el Ministro de Trabajo e Inmigración, que indicó que “la situación económica en España mejorará dentro de tres años y se entrará en una fase expansiva y de creación de empleo”.
El borrador del proyecto fue publicado hace dos fines de semana por el diario El País, que cifró en más de un millón los inmigrantes -la mitad de los 2,2 extra comunitarios que residen en España- que el gobierno calculaba retornar a sus países de origen, teniendo en cuenta que se llevarían a sus familias. Sin embargo, Corbacho rebajó considerablemente esa cifra, y explicó que "los más interesados serán los inmigrantes que llegaron a España hace dos o tres años, y que todavía tienen su núcleo familiar en el país de origen".
Al plan sólo podrán adherirse los inmigrantes que son ciudadanos de los 19 Estados no comunitarios con los que España tiene firmados convenios de Seguridad Social, esto es los Iberoamericanos -entre ellos Argentina- pero excluye a la gran mayoría de países del África, menos Marruecos.
(23/06/08)