La Ijara wa Iqtinaa, especialmente adpatada al sector inmobiliario, es sin duda el producto puntero de esta oferta. En otros países como en el Golfo y en Europa ha tenido mucho éxito.
La Moucharaka es una adaptación del capital de inversión. Falta saber cómo los bancos adpatarán esta nueva solución a los créditos y empresas.
Respecto a la Mourabaha, podría decirse que es una adaptación “alternativa” del crédito en el consumo. Aquí la tasa máxima de interés convencional podría servir de base para fijar la remuneración de los bancos; ya que en los productos alternativos no se contempla las tasas de interés.
Esta posibilidad que acaba de salir a la calle desde el lunes pasado no significa, en cambio, que estos productos financieros sean más baratos o gratuitos. “La remuneración de las soluciones alternativas dependerá, como cualquier otro producto bancario, del coste del dinero y del riesgo asociado a los clientes”, precisaba Asmaa Bennani, responsable del servicio al departamento de la reglamentación del BAM.
Además, estos productos también están sujetos a las reglas del banco central. Las medidas estándar de riesgo serán las mismas para las soluciones “alternativas” y “convencionales”.
Yussef Rouissi, director del banco de particulares y profesionales en Attijariwafa bank, había declarado al periódico marroquí L’Économiste mucho antes de la puesta en vigor de estas tres soluciones bancarias que “la oferta estaba lista y que sólo se esperaba luz verde para que todas las autoridades monetarias actuaran”.
Estas soluciones están desde el pasado lunes en la calle, en cada banco marroquí. Lo que falta es observar la acogida de los clientes a estas nuevas soluciones “halal”.
(04/10/07)