La figura que usted representa es nueva fuera de la Unión Europea. ¿Cuál es su cometido?
Lo esencial, sea en el ámbito de la UE o en otro país, consiste en agilizar y mejorar la cooperación judicial internacional, favorecer los contactos directos entre autoridades judiciales y asesorar a los jueces nacionales sobre el sistema del país donde se está destacado. La diferencia entre la UE y Marruecos es que en la primera está más evolucionada esa cooperación ya que la figura del magistrado de enlace se ha visto seguida allí por una serie de medidas como la creación de redes judiciales o instituciones como Eurojust, mientras que en Marruecos hay una relación más a nivel bilateral y se aplican los cinco convenios suscritos el 30 de mayo de 1997.
¿Tiene entonces que ver su tarea con las comisiones rogatorias como la que llevó a cabo en 2004 el juez de la Audiencia Nacional Baltasar Garzón en Marruecos?
Tiene muchísimo que ver. Había en Marruecos una serie de comisiones rogatorias de la Audiencia Nacional y de otros Tribunales pendientes de cumplimentar. Uno de los primeros cometidos que yo tuve fue precisamente interesarme por esas comisiones.
¿Por qué etapas ha pasado en este primer año?
Distinguiría varias. Una, la de adaptación personal y material; la segunda, para dotar de contenido a este puesto de nueva creación y, la tercera, ocuparme de los asuntos urgentes que traía en cartera, como comisiones rogatorias sensibles. Fue muy útil la visita del ministro (López Aguilar) el pasado julio para firmar un nuevo proyecto de apoyo a la modernización de la Justicia marroquí, mejora de los mecanismos de cooperación y de la asistencia jurídica a sectores desfavorecidos. La cooperación internacional es uno de los retos del siglo XXI. Es importante que no quede ningún reducto de impunidad y los delincuentes se sientan perseguidos allá donde se encuentren.
Los marroquíes siguen representando la mayoría de los detenidos en operaciones antiterroristas en España ¿Está Rabat colaborando estrechamente?
Lo quiero dejar muy claro. El Gobierno de Marruecos, el Ministerio de Justicia y el poder judicial colaboran de una manera ejemplar en las investigaciones que se desarrollan en España, especialmente en materia antiterrorista. Ha habido comisiones rogatorias muy complicadas y prácticas de pruebas periciales muy complejas. Se ha intercambiado información y documentación muy trascendente en materia de terrorismo que yo no quiero llamar islamista sino yihadista extremista, porque es algo que ofende a los marroquíes. Es como si denomináramos terrorismo vasco al terrorismo de ETA. Tiene que haber una relación estrecha entre dos países para que se nombren magistrados de enlace.
¿Qué le gustaría que mejorase?
Hay que institucionalizar mecanismos para que esa cooperación fluya. Y la fórmula es la ya diseñada en Europa con las redes judiciales que facilitan el contacto directo entre autoridades. España tiene mucha experiencia y hay una red judicial española que luego se integró en la europea. En ese sentido trabajamos a nivel bilateral, para que la red marroquí se interconecte con la española y la europea.
España quiere que la experiencia con Marruecos sirva para aplicarla en otros países de la zona.
-Queremos que este laboratorio se pueda extender al resto de países del Magreb y que la red judicial marroquí sea el embrión de una red euromediterránea, en la que la UE aporte la financiación y España y Marruecos den asistencia técnica.
(www.abc.es, 23/01/06)