En su reunión con el ministro de Interior, Chakib Benmousa, Griñan destacó la importancia de trabajar en Marruecos, como país de origen y emisor de inmigración, para prevenir que los menores intenten atravesar el Estrecho de Gibraltar de forma ilegal en busca de una oportunidad en Europa, que es menos fácil y bucólica de lo que se cree.
En concreto, el presidente andaluz explicó que la Junta de Andalucía dará un “nuevo impulso” al plan de creación o rehabilitación de doce centros para la formación y cuidado de menores en la zona norte de Marruecos, desde la que sale la mayoría de las pateras hacia España, para llegar a las costas andaluzas.
El proyecto, puesto en marcha en la anterior Administración andaluza, dotará a Marruecos de seis centros ubicados en Tánger-Tetuán y otros seis en la zona de Nador, y cada uno podrá albergar a cien niños. La inversión será de 2,5 millones de euros.
Según indicó el director de la Agencia Andaluza para la Cooperación, Joaquín Rivas, “no se trata de centros de internamiento, sino de formación y ayuda para menores cuyas familias tienen escasos recursos económicos”.
Andalucía no puede tratar de forma independiente el tema de la repatriación de menores, sino que es competencia estatal, pero lo que sí se busca con esta medida es evitar mayor número de llegada de inmigrantes menores de edad que deben quedar internos en centros de acogida en las localidades andaluzas.
El objetivo de estos doce centros en Marruecos es prevenir la inmigración clandestina desde un programa enfocado de forma positiva, para crear oportunidades para los menores marroquíes en su país.
Esta iniciativa andaluza cuenta además con el apoyo del Gobierno marroquí y se inscribe dentro del Plan de Desarrollo Transfronterizo 2009-2012, que aún está pendiente de aprobación por parte de las autoridades andaluzas.
Aparte de los centros de menores, otros pasos realizados por Griñán
En el cierre de la visita de Griñán a Marruecos, se puede considerar que, cuanto menos, ha sido una agenda que ha cosechado resultados positivos. El cierre de la Exposición Andalucía en Marruecos ha sido por sí sola muy fructífera, y en donde Griñán ha querido enfatizar el potencial que generaría un buen tejido empresarial entre Marruecos y Andalucía.
Por otro lado, las reuniones que ha mantenido con las autoridades marroquíes han servido para hacer saber a Marruecos que Andalucía quiere ser más que un vecino con el país magrebí sino un amigo. Basta mencionar las declaraciones del presidente andaluz sobre lo “interesante” que le resulta la propuesta marroquí sobre el conflicto del Sáhara Occidental.
Parece ser que finalmente no habrá cita entre el presidente andaluz y la máxima autoridad marroquí, el rey Mohamed VI, ya que fuentes diplomáticas españolas zanjaron ya esta cuestión al aseverar que en la agenda de este viaje nunca contempló un encuentro entre Griñán y el rey marroquí.
Pero sea como sea, Griñán quedará en la mente de las autoridades marroquíes como un político que no se calla y que busca acercar los intereses andaluces a los intereses marroquíes, ya sean económicos o políticos. Ahora falta ver si este buen entendimiento da resultados productivos e inmediatos para ambas partes, como el caso de los centros de menores, que buscan mejorar la calidad de vida de los niños marroquíes y que, con suerte, no será sólo un lavado de imagen de buenas intenciones.
(01/10/09)