En concreto, AI ha denunciado la condena de cuatro meses de prisión firme contra el saharaui Ennaama Asfari, copresidente del Comité para el Respeto de las Libertades y los Derechos Humanos en el Sáhara Occidental (CORELSO). El Tribunal de Primera Instancia de Tantan lo condenó el pasado jueves, lo que supuso su tercera sanción en tres años.
Estos cuatro meses de condena se deben a una pena por “insultos y desacato a un funcionario público en el desempeño de sus funciones"; lo que es catalogado por la directora para Oriente Medio y Norte de África de AI, Sarah Leah Whitson, como “excusas para detener a Asfari, activista pacifico en pro del Sáhara Occidental”.
Ennaama Asfari y su primo Ali El Rubia, condenado en este mismo proceso a dos meses de cárcel exentos de cumplimiento, fueron detenidos el 14 de agosto por agentes marroquíes que interceptaron su vehículo en un control de carretera próximo a Tan Tan.
Según explicó Asfari a Amnistía Internacional, en el momento de su detención un policía le ordenó que quitara una bandera saharaui de su llavero, negativa que originó una disputa con los agentes, en la que según el activista, tanto a él como a El Rubia les tiraron al suelo y golpearon.
AI añadió que no tiene constancia de que el tribunal haya abierto alguna investigación sobre las denuncias de agresión policial pronunciadas por los detenidos durante el juicio, del que se indica que se desarrolló "bajo extremas medidas de seguridad".
En la nota se precisa que los activistas de derechos humanos favorables a la independencia de ese territorio son objeto de "vigilancia policial, hostigamiento y, a veces, juicios por razones políticas", y se pone como ejemplo que el mismo día del proceso contra Asfari, a un grupo de diez saharauis se le denegó la entrada a Tan Tan.
Y es que, aunque haya habido progresos en la libertad de expresión en Marrueocs en los últimos veinte años, “la defensa de la independencia del Sáhara Occidental es un asunto ilegal”, se lamenta esta organización internacional.
(02/09/09)