(07/12/09).- La crisis para incontenible después de que durante veinte días se haya alimentado la burbuja con los medios de comunicación, la opinión pública, y hasta la presencia de los sempiternos actores, que hacen siempre el oficio de buenos y "defensores" de las causas perdidas. Aminatou Haidar juega su papel. Defiende una causa que es la suya, la de un Sáhara Occidental independiente, que cuenta con muchos partidarios en España. Y pone mientras tanto en un brete al gobierno español y al marroquí. El ministro Moratinos intenta arreglar el problema por las buenas con Marruecos, que no da facilidades y que ha contribuido a crearlo, pues fue en la aduana de El Aiún donde se le retiró su pasaporte marroquí. Su vuelta a España se efectuó de forma confusa y también lo fue su franqueo de la aduana de Lanzarote y por tanto re-entrada en territorio español.
Pero más allá de los detalles y de los errores por acción u omisión del momento, el gobierno español debería haber arbitrado una respuesta inmediata y contundente para evitar esta "patata caliente" que se ha creado con la huelga de hambre de Aminatu Haidar. Y exigir la colaboración marroquí, a través de una iniciativa medida y discreta, para resolver una crisis en los que no se presenten perdedores o ganadores en un tema extremadamente sensible en Marruecos y en España. En la sorprendente negativa marroquí de última hora para la vuelta de Haidar al Aiún el pasado viernes, parece haber tenido peso la aparición "victoriosa" de Haidar subiendo al avión, lo que hubiera supuesto reconocer el triunfo de sus presiones.
En El caso Aminatu Haidar se impone algo de realpolitik entre los dos gobiernos, evitando las amenazas que ya han aparecido y la manipulación "humanitaria" que Haidar y los que la apoyan están llevando a cabo. Y en ningún caso se debería permitir que su huelga de hambre ponga en riesgo su salud, poniendo en marcha medidas como la alimentación forzosa y evitando una mayor explotación mediática del asunto. Por ella misma y por el interés de España y de Marruecos.