De opositor al régimen de Hassan II, el escritor y periodista marroquí Abdelkader Chaui ha pasado a ser representante de la transición democrática que se vive en su país. Su cargo como consejero de la embajada de Marruecos en España no le impide aparcar su carrera literaria, por la que es muy conocido en Marruecos. Chaui es escéptico con la alianza de civilizaciones, pero está convencido que el diálogo y el respeto entre culturas diferentes es un sueño que se puede conseguir.
¿Cómo se compagina el trabajo de escritor con el de diplomático?
Desde mi experiencia humilde creo que consigo complementar dos facetas importantes. En realidad llevo unidas mis dos vocaciones que empezaron con mi actividad política y cultural en los años 60, cuando pertenecía a un partido de corte marxista leninista en mi país.
¿Cómo se vive en Marruecos la transición democrática?
Después de la muerte de Hassan II se empieza a abrir una tímida transición a la democracia. Es cuestión de años que Marruecos se convierta en un país democrático, sin perder su identidad en el Magreb. Ya se han dado muchos pasos como la incorporación de la mujer a la sociedad.
¿Transformar sus vivencias carcelarias en literatura ha sido una terapia?
La escritura me salvó de muchas cosas mientras estaba encerrado. Intenté ver el lado positivo y acordarme de que existe la belleza.
¿Hay un Marruecos moderno y otro anclado en la tradición?
Lo más interesante de la situación actual de mi país es el desarrollo económico y social al que avanzamos, pero también el político. En el campo de los derechos humanos se ha avanzado mucho, sobre todo después del año 2000.
¿Cómo se lucha contra el fundamentalismo?
Se hace un esfuerzo importante. Y hay otras cuestiones que se han solucionado como la integración de los bereberes, una cuestión pendiente. El radicalismo islámico preocupa, pero también se ve de otra manera allí.
¿Cree en la alianza de civilizaciones?
El Islam y occidente son dos mundos diferentes, pero no opuestos. No creo en el término de alianza, pero sí en los mundos complementarios. Con el diálogo y el respeto las sociedades diferentes se pueden y se deben enriquecer, y tener una visión que no sea dramática.
Hay que preguntarle a un musulmán qué piensa del conflicto de las viñetas de Mahoma.
¿Cree que no hay marcha atrás en este desencuentro entre Europa y occidente?
Lo que me llama la atención de este conflicto es que el suceso se produce en septiembre y estalla meses después. Eso me hace pensar que este desencuentro es un plan que está manipulado porque a alguien le interesa. Por lo demás, lo que realmente es importante es aprender y comprender.
¿Qué le parece la actitud de las comunidades musulmanas ante estos acontecimientos?
Es que no existe un Islam homogéneo. Es diferente cada pueblo. Y hay que destacar que hay un islam moderado y abierto, y contrario a todo tipo de extremismo.
¿Cómo se vivió en Marruecos la reciente visita de Zapatero a Ceuta y Melilla?
Hay cierta susceptibilidad, porque los marroquíes ven esta cuestión como ustedes lo de Gibraltar.
(www.laopiniondemurcia.es, 04/03/06)